Una de las principales razones por las que existen fricciones por la diferencia de edad en las empresas son los prejuicios. Es cierto que los tiempos han cambiado y que cada generación se encuentra influenciada por el contexto en el que vive; sin embargo, no tendría por qué definir a una persona o limitar sus capacidades laborales, aseguró Top Emploters.
En ese sentido indicó que una de las herramientas para hacer que la brecha entre los colaboradores sea una oportunidad para la empresa y no un problema, es procurar que los colaboradores estén abiertos a la tolerancia, convivencia y retroalimentación.
“Los prejuicios dañan los equipos de trabajo debido a la idea preconcebida de lo que es un millennial, baby boomer o hasta centennials. Si bien uno terminó de crecer con la tecnología, no significa que el otro sea incapaz de adquirir las mismas habilidades o conocimientos”, subrayó.
Explicó que es importante que los colaboradores entiendan que la generación es una ventaja, no un problema. Cada elemento puede aportar algo diferente a la empresa. Los empleados de mayor edad suelen ser personas de confianza, comprometidas al 100% con su empresa y expertos en desarrollar planes para cumplir con proyectos o metas, mientras que los más jóvenes son ideales para lograr metas a corto plazo, nuevas ideas e influencian proyectos más sustentables.
Generaciones activas en el ambiente laboral
Baby boomer: son las personas nacidas nacidos entre (1945 y 1964). Trabajaron en actividades que en muchos casos no querían hacer pero “les tocaba”, para poder ayudar económicamente a sus familias, era una obligación, necesidad y satisfacción personal. Los baby boomer también se caracterizaban en lo laboral por ser apasionados con su trabajo y por buscar la estabilidad laboral con contratos a largo plazo, jubilarse de las empresas era su meta porque les garantizaba tranquilidad.
Gen X: personas nacidas entre nacidos entre (1965 y 1981), su principal característica es que en su etapa de formación se dieron los primeros avances digitales, que en esos momentos mejoraron las experiencias análogas existentes, que hicieron parte del tiempo de transición, fueron la primera generación en formarse profesionalmente en una Universidad.
Milennials: nacieron entre los años (1982 y 1994), una época en la que el uso de la tecnología se masificó y se convirtió en parte de sus actividades diarias, desde el inicio de sus estudios académicos y universitarios, se han formado y han adquirido nuevos conocimientos a través de los dispositivos multimedia. Ellos se caracterizan por trabajar en lo que le gusta, que cumpla sus expectativas y no se sienten atados a un puesto de trabajo alguna una remuneración salarial. También son emprendedores, piensan siempre en mejorar y evitar las equivocaciones del pasado. Con esta mentalidad innovadora se plantean constantemente tener nuevos retos e iniciar negocios llamativos para ellos.
Centennials: donde se encuentran los nacidos entre (1995 y la actualidad), ellos son 100% nativos digitales, la tecnología ha estado presente desde su nacimiento, tienen una mente más abierta a la innovación. Tienden además a preocuparse por el medio ambiente y el futuro, lo cual los lleva a mantener una cultura ambientalista. La mezcla de sus características los lleva a ser de gran interés para muchas empresas sin embargo aún representa todo un reto para algunas entender a esta generación y así explotar su potencial.
“La importancia de crear fuerzas de trabajo diversas es innegable, con empresas de todos los sectores comprometiéndose a formar equipos que reflejen las comunidades multiculturales en las que vive y trabaja mucha gente. Entre nuestros Top Employers globales, el 91,72 % de ellos ha señalado la diversidad y la inclusión como un negocio clave”, comentó Gustavo Tavares, General Manager de Top Employers Institute para Latinoamérica.
Conseguir sinergias entre distintas generaciones que conviven en un mismo lugar de trabajo ha sido siempre la clave del éxito empresarial. Las generaciones más experimentadas tienen que trabajar en la constante renovación y transformación, pero al mismo tiempo dotar de estructura y certeza a los más jóvenes a partir de la experiencia para una optimización en el ambiente laboral. Sin embargo, es tarea de todos, más allá del grupo al que se pertenezca, trabajar hacia el mismo objetivo, a través del crecimiento y el desarrollo.