Entre los especialistas, cada vez se habla con más frecuencia de que las organizaciones se están encaminando a la normalidad. Por eso, es indispensable que sus líderes conozcan los retos a los que se enfrentan, pues requieren de mayor flexibilidad y empatía para conocer la situación de los colaboradores, incluso de manera personal, y así lograr el éxito del negocio.
En virtud de ello, Dafne Navarro Miranda, líder de comunicación, relaciones públicas y contenidos de Great Place to Work® México, comenta cuáles son los desafíos para quienes gestionan la dirección de las corporaciones, las habilidades que deben tener y los elementos a cuidar en torno al personal, y así pasar de un liderazgo resiliente a uno flexible.
¿A qué se están enfrentado los líderes en los últimos años?
Durante décadas, y desde el inicio de la revolución industrial, el liderazgo laboral se ha visto desafiado por los constantes cambios del mundo. El desarrollo de las tecnologías, los movimientos socio—laborales, las legislaciones sobre los derechos laborales, la llegada de nuevas generaciones y las herramientas digitales, han sido algunos de los factores que exigen a quien lidera un equipo mantener vigentes sus habilidades para la gestión de equipos y del negocio.
Algunos de los nuevos desafíos que desde el inicio de la pandemia ocurren en los lugares de trabajo son:
- a nivel mundial, antes de la pandemia, solo el 25 % de las empresas permitía el trabajo en casa
- en octubre 2020, el 40 % de las organizaciones en México habían reportado incremento en la eficiencia laboral
- la productividad del trabajo aumentó en 28 %
- 64 % de los colaboradores laboran con un horario más flexible
- estrés laboral en nuestro país creció después de un año de pandemia en un 8.1 %
- jornada laboral se extendió en promedio 2.5 horas
- acrecentó el temor a quedarse sin ahorros y al desempleo
- a mediados del 2021, el 56 % de los colaboradores en México se sienten más cansados
- confinamiento y violencia intra—familiar afectan el desempeño, y
- aceleración de la automatización que potencializará la revolución de las competencias en los colaboradores
Una "nueva" piel y sentir
Ante este nuevo escenario laboral, los líderes (en su mayoría), debieron actualizar sus estilos para gestionar a sus equipos o realizar un reskilling de sus habilidades para cuidar de ellos mientras se lograban los objetivos del trabajo.
Al inicio de la pandemia se hablaba de un liderazgo resiliente. Uno que permitiera gestionar con suficiente inteligencia emocional los inesperados cambios, la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad con la que sucedían los hechos, y cómo afectaban a los colaboradores, su trabajo, los procesos y el resultado.
De acuerdo con José Manuel Maraboto, director del Departamento de Estrategia y Liderazgo de EGADE, los liderazgos resilientes son capaces de cambiar la mentalidad de la organización, enfrentar los periodos de incertidumbre y generar confianza para desarrollar un plan de recuperación que sirva como base para el futuro post-COVID—19 de su organización.
El liderazgo resiliente consiste en una serie de competencias que ayudan a los demás a adaptarse o recuperarse de la adversidad.
Sin embargo, la pandemia ya avanzó. Sus efectos iniciales quedaron atrás y nos adaptamos a ese nuevo entorno de trabajo: flexible, distante, híbrido, hiperconectado a las aplicaciones y en cercanía digital con las personas.
Ahora el reto se presenta justamente en estas cualidades del trabajo y la forma en cómo se gestionará a las personas en sus funciones y para el logro de los objetivos de la organización.
Ante ello, en la infografía visible en la página 13 de esta sección, se enlistan las 10 habilidades que todo líder flexible tiene que poner en práctica, dentro de la organización, a fin de generar confianza con su equipo de trabajo.
Ruta a la flexibilidad
A fin de superar el reto se requiere de líderes que rompan sus paradigmas, sean adaptativos y que afronten las decisiones importantes con flexibilidad. Pero ¿qué habilidades requiere un liderazgo flexible para generar confianza en sus colaboradores?
El liderazgo flexible requiere de una actuación con trasparencia y honestidad en la toma de decisiones. Además, debe comunicar fluida y constantemente a los equipos, a la persona, los giros que se puedan dar en torno a las decisiones. Este liderazgo también permite el cambio y las soluciones creativas en los equipos.
Sumar y multiplicar
Los aprendizajes adquiridos en estos tiempos de desafío deben ser compartidos y valorados. El líder tiene que encargarse de facilitar que estas enseñanzas se distribuyan a toda la organización para preservar su memoria. Además, aquel tiene que:
- otorgar un sincero reconocimiento y agradecer a cada persona (tanto de su equipo, como de otras áreas, departamentos, aliados y socios)
- cuidar de los colaboradores, de su bienestar y de su salud física, emocional y financiera, para generar una descarga del abrumador estrés por el que están pasando, e
- invertir en la formación y el crecimiento de los individuos, encontrando las herramientas y los planes de carrera para asegurar que el talento se mantenga en casa
Conclusión
Al planear la vuelta a la normalidad, los líderes flexibles tienen la oportunidad de diseñar estrategias de regreso al trabajo en sitios adecuados para sus colaboradores. Hacerlo requiere de empatía para conocer su situación personal y determinar qué modelo es el que les permitiría una readaptación paulatina que garantice su bienestar, el de sus familias y desde luego, la estabilidad del negocio.
