La sobrecarga por tareas de cuidados (91%), además de la elevada tasa de informalidad (71%) y desocupación, son factores que han contribuido a incrementar en un 16.4% las brechas de género en el mercado laboral, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la Nota Técnica de OIT “América Latina y Caribe: Políticas de igualdad de género y mercado de trabajo durante la pandemia”.
De acuerdo con el organismo, la pandemia impactó principalmente a las mujeres en los mercados laborales de América Latina y el Caribe, pues a fines de 2021 aún faltaban por recuperar 4,2 millones de los 23,6 millones de empleos de mujeres que se perdieron en 2020, sin embargo, en el caso de los hombres se recuperaron casi por completo los 26 millones de puestos perdidos.
La información destacó que la tasa de participación regional de las mujeres bajó en promedio en la región a 43% en 2020, y al año siguiente, la recuperación subió a penas 2.5 puntos porcentuales, año en el que la tasa promedio de desocupación de las mujeres fue de 12.4%, por encima de la tasa general de desocupación, de 10%, y del 8.3% de la tasa de los hombres.
Al respecto, el Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, dijo que en el contexto del Día Internacional de la Mujer, se debe atender el retroceso que existe en cuanto a igualdad de género en el trabajo, y “redoblar esfuerzos para recuperar el terreno perdido y generar más y mejores oportunidades laborales para las mujeres”.
Asimismo, el estudio expuso que medidas como el cierre de los centros educativos y de cuidados, el aislamiento y cierre de otros espacios tuvieron un impacto negativo en la participación laboral femenina, sobretodo en el empleo informal y las micro, pequeñas y medianas empresas donde predomina el empleo femenino.
La especialista regional en economía laboral de OIT, Roxana Maurizio, dijo que “las brechas de género” en cuanto a participación como ingresos, “son persistentes en las mujeres con menores ingresos y menor nivel educativo”, por lo que se deben elaborar programas, estrategias, políticas, leyes y reglamentos a favor de la recuperación y la eliminación de las brechas que existen.
Asimismo, la investigación de la organización puntualizó en que no se deben retirar anticipadamente las medidas de estímulo sectorial en sectores con una proporción mayoritaria de mujeres trabajadoras, así como las medidas de transferencias de ingresos o ayudas en especie para garantizar las condiciones mínimas que permitan sostener el crecimiento del empleo.
Y se debe invertir en cuidados para la generación de empleo de calidad e inserción plena de las mujeres en el trabajo, con condiciones para la empleabilidad de las mujeres, la reconversión y adaptación de las capacidades, para así ingresar al mundo de la economía digital con perspectiva de género.
