Las mujeres fueron uno de los sectores de la población más afectados por la crisis laboral durante la pandemia, y es que de acuerdo con el Observatorio Laboral COVID-19 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de los más de 30 millones de empleos que se perdieron en América Latina, más de la mitad fue en puestos ocupados por mujeres.
Asimismo, los datos revelaron que mientras la tasa de pérdida de empleo en las mujeres fue del 6%, en los hombres fue del 3%, y aunque las mujeres constituían solo el 42% de la población ocupada en la prepandemia, ellas concentraron el 58.5% de pérdidas de empleo y lo peor es que están tardando más tiempo en recuperarlos, de ahí la importancia de impulsar a la equidad de género en las empresas para impulsar la recuperación.
Mateo Folador, fundador y CEO de Talentu -plataforma de reclutamiento con inteligencia artificial-, aseguró que hay disparidad en “las oportunidades que se otorgan a las mujeres, sobre todo en puestos de liderazgo”, sin embargo, esto puede cambiar y países como Colombia y Argentina que tienen “organizaciones públicas y privadas siendo lideradas por mujeres y/o personas de géneros fluidos” son la prueba.
¿Cómo desarrollar la equidad de género en el trabajo?
Para comenzar a implementar la equidad en los centros laborales, es necesario hacer un análisis real de los sesgos que existen dentro de la empresa, que suelen verse reflejados en los procesos de reclutamiento, selección y contratación; se recomienda implementar políticas de género que hagan a la organización diversa y abierta.
Después hay que analizar a cada persona que tiene opción para crecer en un determinado puesto y preguntarse si ese mismo trabajo puede hacerlo cualquier miembro de la organización, sin importar su género, e implementar procesos de automatización y tecnología que ayuden a reconocer a los candidatos más afines a las necesidades de las empresas sin involucrar el género.
El fundador y CEO de Talentu puntualizó en la importancia de calificar el mérito y no el género de los candidatos a un puesto, y para ello se pueden apoyar de la Inteligencia Artificial, programación y tecnología automatizada, mientras desarrollan una cultura de igualdad de género que incentive las oportunidades para que las mujeres puedan demostrar su talento.
