¿Tengo el síndrome de la impostora? Síntomas y tratamiento

Las mujeres viven la presión de “diferenciarse a través de sus habilidades"

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 .  (Foto: Getty)

El síndrome de la impostora en el mundo laboral es el resultado de diversos factores tanto sociales como personales, que hacen inseguras a las mujeres sobre los cargos que desempeñan, especialmente en mandos directivos, por la falta de confianza de las personas hacia su trabajo y habilidades, el perfeccionismo y los antecedentes familiares.

Aunque la Asociación Americana de Psicología (APA) señaló que el padecimiento afecta principalmente a los millennials, quienes ocupan el 50% del mercado laboral, las mujeres se ven aún más afectadas por las presiones que tienen para conciliar su vida laboral con la familiar, haciéndolas sentir inseguras sobre su trabajo y talento, y más difícil aceptar sus logros.

Al respecto, la docente en EAE Business School, Maite Moreno, detalló que las mujeres viven la presión de “diferenciarse a través de sus habilidades o llevar una vida socialmente perfecta”, a lo que se suma la masificación de las redes sociales “donde no dejan de recordarles los logros de los demás”, y hace “se comparen constantemente”, dando pie al síndrome de la impostora, pero ¿cómo saber si lo padeces?

Síntomas del síndrome de la impostora

  1. incapacidad para evaluar de manera realista sus competencias y habilidades
  2. atribuir el éxito a factores externos
  3. miedo a no estar a la altura de las expectativas
  4. sabotear nuestro propio éxito
  5. dudar de sí misma
  6. establecer metas muy desafiantes que causan decepción cuando no se consiguen

Tratamiento

Si bien, no existe un tratamiento específico para el síndrome de la impostora, EAE Business School aseguró que uno de los primeros pasos para superarlo es reconocer los pensamientos de frustración y ponerlos en perspectiva, ¿cómo?, diferenciando las ideas que ayudan, de las que generan frustración, acompañando el proceso de orientación psicológica, especialmente si la autoestima se ve vulnerada.

“Los psicólogos afirmamos que debemos aprender a pensar como no impostores, aprender a valorar las críticas constructivas, comprender que en realidad lo que está haciendo la persona que lo sufre es ralentizar a su equipo cuando no pide ayuda. También conviene recordar que cuanto más se practique una habilidad, mejor lo hará”, enfatizó Maite Moreno.