Matthias Sachse.
Desde el ámbito nacional e internacional se insiste en fortalecer acciones para incrementar la tasa de lactancia, pero también para apoyarla y protegerla como un derecho humano que incluye tener en cuenta hacer frente a publicidad inadecuada sobre alimentos sustitutos de la leche materna y otros dirigidos a los lactantes, indicó la académica de la Universidad Autónoma del Estado de México, Norma Baca Tavira.
Recalcó que amamantar es un asunto colectivo y habría que transitar hacia ello, “la propuesta es insistir, pero también sobre este Sistema Nacional de Cuidados que se encuentra estacionado en el poder Legislativo, para que considere las distintas dimensiones y amplié su mirada.
Puntualizó que también en los ámbitos social y familiar, continúa el poco involucramiento por parte de padres, pareja u hombres en general, en la promoción y protección de esta práctica o forma de alimentar a los bebés, puesto que a nivel social se sigue viendo como una responsabilidad única y exclusiva de las mujeres.
Por su parte, Violeta Rodríguez señaló que existen prejuicios y valores morales, sociales, incluso religiosos, en torno a la percepción de la lactancia dentro de las diferentes clases.
Dijo que maternar no es un trabajo individual y no lo debería ser. En sociedades rurales y artesanales de la prehistoria esos trabajos en realidad fueron colectivos, se valorizaba a la lactancia en términos de nutrición debido a la alta mortalidad que había por enfermedades. Asimismo, planteó que cuando decimos maternidad y lactancia, no sólo estamos haciendo referencia a los derechos de la mujer, sino también de la primera infancia.
Durante el Panel de Expertos en Lactancia y Ciudad organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), las especialistas subrayaron que el derecho a lactar en el espacio público, tiene que ver con la percepción del cuerpo de la mujer y también con ese otro ser de la primera infancia que está ahí y que olvidamos. Son dos cuerpos durante un periodo vulnerable en términos fisiológicos, hormonales y de cuidado del bebé.
Sugirieron que además de promover la lactancia en el espacio público por medio de publicidad, debería existir mobiliario destinado a atender esa y otras necesidades de la infancia; capacitar a servidores públicos en el tema, en particular a los encargados de seguridad de parques o espacios públicos; dar apoyo a los grupos que promueven esta práctica con la participación de enfermeras, por ejemplo, y, tener una actitud proactiva hacia la lactancia.