¿Realmente nos beneficia ir a la oficina? Si bien, algunos patrones consideran que reunir a sus empleados en su lugar de trabajo aumenta su productividad hay estudios que demuestras que esto no es del todo cierto y que brindar flexibilidad mejora tanto el rendimiento de los colaboradores como su economía.
Y es que de acuerdo con un estudio de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), al ir a la oficina los trabajadores se ven obligados a gastar hasta un 30% de su salario, sino es que más, aunque esto depende de la zona del país en la que se encuentren.
Por ejemplo, el análisis realizado en la Ciudad de México, Veracruz, Guadalajara, Yucatán, Estado de México, Nuevo León y Tijuana, sobre los costos del transporte público, destacó que estas últimas tres entidades tienen las tarifas mínimas más altas del país.
En el caso del estado mexiquense, la tarifa está en $26, en Nuevo León en $17 y en Tijuana el costo mínimo es de $15, pero hay que considerar que hay trabajadores que no recorren una distancia corta y que en muchos casos necesitan de más de un medio de transporte, lo que hace que su gasto aumente.
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De acuerdo con el presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, hay quienes gastan en promedio entre $50.00 y $86 diarios por persona, y el número puede subir según los kilómetros recorridos, lo que hace pierdan productividad pues se enfrentan al estrés del tráfico y la mala calidad de los vehículos.
El experto detalló que en el país, el transporte, además de caro, es tardado, y el traslado de la casa al trabajo y viceversa es de al menos dos horas veinte minutos o de hasta cuatro horas, y en algunas entidades incluso se les cobra a las personas de la tercera edad.
Pero eso no es todo, pues los pasajeros se enfrentan a la inseguridad del transporte, ya que además de que las unidades “son viejas y no ofrecen accesibilidad universal a las personas con discapacidad”, viven la “zozobra de ser asaltados por pandilleros”.
Por lo anterior, Rivera pidió abrir un debate sobre la utilidad del home office, los horarios escalonados y la reducción de la semana laboral a tres o cuatro días para aumentar la calidad de vida de la población, disminuir los niveles de estrés, aumentar la productividad laboral y generar un impacto positivo en el ambiente.
