Diversos estudios han señalado que más del 50% de la fuerza laboral en el mundo tendrán que volver a capacitarse en mínimo los próximos tres años en diferentes sectores para mantenerse al día ante las nuevas exigencias laborales y la competencia de las nuevas generaciones, pero, ¿por qué esperar, por qué no anticiparse y estar listos para lo que se viene?
Si bien, pensar en volver a estudiar puede llegar a ser una idea descabellada para algunos, hay que tomar en cuenta que las innovaciones hacen de esto una obligación, y aunque trabajar y estudiar al mismo tiempo puede no ser sencillo, siempre hay una forma de equilibrar la balanza, sobre todo porque en la actualidad, 9 de cada 10 alumnos considera importante prepararse continuamente para la vida profesional, según un estudio de Tecmilenio.
En ese sentido, la institución de educación privada aseguró que en un mundo tan competitivo como este, es necesario mejorar las competencias en al ámbito laboral, de hecho, estudios de Gallup, Strada Education y Eurostudent, demostraron que las personas consideran cursar una carrera para mejorar su empleabilidad y obtener más ingresos.
Siguiendo con los datos duros, el estudio de “Conocimiento y Percepción de Programas de Educación Continua” de Tecmilenio demostró que el 99.3% de los encuestados considera importante continuar preparándose para la vida profesional y personal, en un 55% de los casos para obtener un mejor sueldo y en el 44.3% para mejorar sus oportunidades laborales.
No obstante, el Vicerrector Académico de Tecmilenio, Luis Gutiérrez, señaló que compaginar las actividades laborales y educativas sin una valoración adecuada de los tiempos puede tener consecuencias en el rendimiento y tasas de abandono, pues se necesita “compromiso, esfuerzo y organización para sacar adelante nuestro trabajo y nuestros estudios”.
Asimismo, el experto recomendó analizar el curso que tomaremos, el lugar donde se estudiará y los tiempos de los que se disponen para ello, además, apuntó que gracias a la tecnología se pueden aprovechar planes de estudios flexibles que combinen el desarrollo académico con el laboral, y elegir diferentes modelos educativos que se adecúen a nuestras necesidades.
Al respecto, Gutiérrez resaltó que “estudiar y trabajar representa un beneficio casi inmediato”, pues nos permite “ampliar nuestro networking, mejorar nuestra organización y disciplina, tener una visión más amplia de nuestras funciones y actividades o simplemente desarrollar nuestra capacidad de liderazgo”.
Sobre este punto, el estudio de “Conocimiento y Percepción de Programas de Educación Continua” reveló que el 68.5% de los encuestados indicaron que después de haber estudiado la carrera profesional o de posgrado, continuaron con su formación académica a través de cursos, certificados o diplomados para el ámbito profesional, mientras 49% tomó algún curso, certificado o diplomado.