Salud mental en el teletrabajo

Los patrones deben informar a sus trabajadores sobre los riesgos psicosociales a los que están expuestos

Quienes migraron a la modalidad del teletrabajo han experimentado los beneficios de esta (reducción del tiempo de desplazamiento, nuevas oportunidades de trabajo, horarios flexibles, etc.). No obstante, esta forma de laborar también presenta desventajas, como la posible afectación a su salud mental por las elevadas cargas de trabajo, y por ende, la interferencia con el equilibrio entre la vida profesional y personal, el aislamiento y el desapego.

Además, el hogar no siempre cumple con las mismas normas de seguridad y salud que los lugares tradicionales para laborar, como en una oficina. Esto dificulta que el patrón tenga un control directo para validar que se acaten las políticas establecidas en esa materia.

De ahí que es necesario que los empleadores brinden capacitación a sus colaboradores y otorguen los recursos necesarios para mantener un entorno saludable mientras teletrabajan.

El informe técnico sobre el teletrabajo saludable y seguro —Healthy and safe telework—, publicado por Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), enlista algunos aspectos de utilidad para fomentar las interacciones sociales y la promoción de la salud mental de los teletrabajadores, entre los que destacan:

  • disponer de un espacio que se utilice exclusivamente para trabajar. De no contar con uno, asignar un lugar para ello, por ejemplo, la mesa del comedor o de la cocina, dedicando un par de minutos antes y después de la jornada de trabajo, para colocar y quitar los distintos elementos que no se necesiten.
    La importancia esto es evitar que el desorden y la distracción tenga efectos negativos sobre el estrés y la capacidad de concentración de una persona
  • hacer pausas que permitan la recuperación de la fatiga, no solo física sino también mental
    respetar el horario de trabajo, evitando ponerse en contacto con los empleados fuera de la jornada laboral.
    Esto ayudará a garantizar una rutina de actividades y de gestión del tiempo. Las empresas pueden promover la oportunidad de que los subordinados tengan flexibilidad y control de sus horarios, para manejar las tareas laborales y familiares
  • evitar el aislamiento, aprovechando el uso de las redes sociales y plataformas disponibles (WhatsApp, Skype, Hangout, Vibe, etc.) para comunicarse con su equipo de trabajo.
    El intercambio de información e ideas para resolver problemas, y la discusión de problemas relacionados con el rendimiento puede ayudar a reducir la tensión psicosocial. Sin embargo, es importante que los patrones sean conscientes de la cantidad de reuniones que se realizan y que estas no sean consecutivas, y
  • mantener una dieta equilibrada, practicar algún ejercicio físico moderado y descansar según sus propias necesidades.
    Para mantener una alimentación saludable, puede ser útil planificar comidas y refrigerios regulares, evitando comer refrigerios mientras se trabaja o se realiza una pausa, beber suficiente agua y evitar alimentos procesados y bebidas con azúcar agregada.
    Igualmente, aunque durante los periodos de teletrabajo traen largas horas de trabajo sedentario, la rutina del trabajador se puede configurar para incluir tiempos para la actividad física; por ejemplo, programando una actividad física recreativa, una clase de acondicionamiento físico o una caminata.
    Por otra parte, debe fomentarse que los empleados no se mantengan mucho tiempo frente a la computadora fuera de su horario laboral o incluso antes de dormir, ya que esto afecta a los patrones de sueño.
    Lo anterior está relacionado a los riesgos psicosociales, debido al mantenimiento de la energía del subordinado durante su jornada laboral

Finalmente, debe recordarse que el patrón es responsable de la protección de la salud y la seguridad en el trabajo de los trabajadores, incluyendo la identificación y la gestión de los riesgos laborales, debiendo informar a sus colaboradores sobre los posibles riesgos psicosociales relacionados con el teletrabajo, y en su caso, cómo y dónde pueden ser canalizados para atenderse (132, fraccs. XVI, XVII y XVIII; 475 Bis, LFT; y NOM-035-STPS-2018, Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-identificación, análisis y prevención).