La presencia de mujeres en puestos directivos de empresas de todo el mundo es hoy una realidad, pero aún queda mucho por hacer para lograr la igualdad en los puestos de dirección. En México solo el 33% de las mujeres ocupan puestos directivos, y en América Latina este porcentaje es de tan solo un 7%.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, y para ayudar a las actuales directivas y las futuras generaciones a desarrollar habilidades de liderazgo, Cecilia Mansilla, instructora de Udemy y experta en liderazgo y desarrollo personal, comparte cinco habilidades de poder para mujeres en puestos de liderazgo:
- Innovación. Los problemas a los que se enfrentan las empresas hoy en día son cada vez más complejos, por lo que la innovación es clave para encontrar nuevas formas y procesos que ayuden a resolverlos. Innovar es convertir nuevas ideas en realidades. Para lograrlo de forma creativa, se necesita:
- Estrategia. Siempre preguntarse por qué hacemos lo que hacemos. Es analizar, planificar y saber actuar
- Cultivar y ofrecer confianza. Tener una mentalidad y un comportamiento abierto a nuevas ideas y asumir riesgos sin penalizar los errores, más una buena comunicación, ayudará a que sus colaboradores no tengan miedo de innovar
- Enfocarse en el bienestar. Es importante que promuevan el bienestar del equipo y de una misma de forma constante
- Persuasión. Lograr empatizar y conectar con las emociones de las personas para poder crear e innovar
- Resiliencia. La resiliencia será clave para ayudar a superar las incertidumbres económicas y adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos. En este sentido, es clave aprender a ignorar los sesgos inconscientes en el entorno laboral, es decir, aquellas creencias inconscientes sobre hombres y mujeres, basadas en estereotipos socioculturales. Algunos de los principales consejos para practicar la resiliencia en el entorno laboral son:
- Pensar y definir un propósito laboral y cómo se conecta con el personal. Reflexionar el por qué y el para qué se hace lo que se hace. Y volver a este cada vez que haya dificultades, así será más fácil no desistir
- Recordar los logros. Nunca olvidar lo que se ha hecho, cómo se han afrontado las complicaciones en el trabajo
- Tomar los desafíos como aprendizajes y no como obstáculos
- Analizar los desafíos y crear estrategias para solucionarlos, y en la medida de lo posible, evitar que vuelvan a ocurrir
- Intercambiar ideas para encontrar nuevas formas de enfrentar diversos retos y pedir ayuda en caso de no encontrar soluciones
- Influencia y carisma. Son habilidades a desarrollar si se busca seguir creciendo y cumplir las metas profesionales. Para ello es fundamental aprender a navegar por las reglas no escritas del entorno de trabajo. Para lograrlo hay que diseñar una estrategia propia, no funciona imitar, es buscar un estilo único para ser un buen líder. Para esto hay que considerar:
- Pensar en grande y apuntar más alto
- Desarrollar la presencia ejecutiva. Cómo te presentas y te comunicas, qué dices, cómo lo dices, cómo te relacionas con tus pares y otros colaboradores
- Crear un plan para lograr avanzar en tu carrera profesional de manera consistente
- Pedir retroalimentación de manera constante y utilizarlo para mejorar
- Desarrollar una marca profesional con el objetivo de diferenciarse y conseguir una mayor proyección profesional
- Networking y más networking. Crear una red de contactos donde generar valor de manera conjunta es vital para desarrollar cualquier carrera. Se tienen que aprovechar las conexiones para lograr impacto y aumentar las oportunidades dentro del ámbito profesional. Es muy importante buscar proactivamente las conexiones dentro y fuera de la organización que les permitan acceder a más y mejores oportunidades de desarrollo profesional.
- Negociación. Es una habilidad clave para cualquier líder en el entorno laboral. Reconocer las propias capacidades y éxitos propios ayudará a generar confianza y tener las herramientas para negociar. Para tener negociaciones efectivas es importante tener en cuenta los siguientes pasos:
- Aprender a plantear una oferta. Siempre habrá una parte que lo haga, el ciclo será que ambas partes lleguen a un acuerdo
- Cómo superar el primer “no”. Se debe aprender que en una negociación será un ir y venir, y no tener miedo al “no” será parte de esta
- Practicar la empatía en el proceso. Las dos partes tienen que ceder, no discutir y siempre hacerlo con respeto y buscar puntos en común
- Investigar a la contraparte para conocer sus necesidades y objetivos y tener claros los propios para poder identificar puntos de acuerdo, es clave antes de entrar a una negociación