La reforma a la LFT contribuye al bienestar de los colaboradores, pero solo en una parte, porque el equilibrio de la vida personal con la laboral es un proceso integral y requiere de mucho más. Por ejemplo, de políticas o prácticas de bienestar y ambientes de trabajo adecuados.
De ahí que la especialista en desarrollo de capital humano Estrella Vázquez, directora general de Factor RH, plantea una serie de estrategias para lograr una productividad plena en las organizaciones.
Nuevo periodo vacacional
Después de meses de discusión y con el fin de que los mexicanos sean acreedores a más días de vacaciones, el Congreso de la Unión aprobó la reforma a la LFT, siendo solo un paso en el largo camino por recorrer para contribuir a la mejora de las condiciones laborales y de productividad.
Es así, que desde enero de 2023, los mexicanos pueden gozar de 12 días continuos de descanso en su primer año de trabajo, periodo que aumenta en dos días hasta llegar a 20 días por cada año subsecuente y, del sexto año de servicios en adelante, incrementa en dos días por cada cinco años laborados. Lo anterior se ilustra de la siguiente forma:
Años laborados |
Días de vacaciones |
| 1 |
12 |
| 2 |
14 |
| 3 |
16 |
| 4 |
18 |
| 5 |
20 |
| 6 a 10 |
22 |
| 11 a 15 |
24 |
| 16 a 20 |
26 |
| 21 a 25 |
28 |
| 26 a 30 |
30 |
Sin embargo, aunque la enmienda en materia de vacaciones contribuye al bienestar de los colaboradores, es pertinente cuestionarse ¿qué reto sigue vigente para las empresas?
Balance laboral, el siguiente paso a seguir
El equilibrio de la vida personal con la laboral es un proceso integral que requiere de políticas y prácticas de bienestar; creación de ambientes de trabajo adecuados, saludables y de desarrollo. Aspectos que, al mismo tiempo, abonen a las organizaciones aumentando el compromiso y la productividad.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países que más tiempo trabaja al año con 2,137 horas en promedio, un gran contraste con países como Suecia, donde se laboran 1,452; es decir, 685 horas menos.
Es de resaltar, que mayores horas de trabajo no significa más producción o alcance de KPIs (indicadores clave de desempeño), pues datos de la OCDE revelan que nuestro país tiene el nivel más bajo de productividad (19.85 horas) medido por Producto Interno Bruto por hora trabajada y que a la par, solo se destinan 13.5 horas al día al ocio y cuidado personal (incluidos el sueño y la alimentación).
Por ello, las organizaciones deben realizar acciones concretas para alcanzar el bienestar laboral y la productividad en un sentido más amplio, a través de prácticas idóneas. En este sentido, se recomiendan algunas estrategias.
Liderazgo centrado en la persona
El 80 % del trabajo de un buen líder debe enfocarse en conocer, entender y atender las necesidades de su equipo. Comprometerse con la creación de una cultura organizacional centrada en las personas, genera un entorno de compromiso y se logran los objetivos, lo que en esencia define a la productividad.
Una cultura de co-creación
El involucramiento de las personas en los objetivos, enriquecimiento y toma de decisiones dentro de su puesto de trabajo es un punto crucial.
El que los colaboradores conozcan cuáles son sus funciones, su importancia, cómo pueden sumar al equipo, y las metas a conseguir, contribuye de gran manera su bienestar emocional y laboral.
Reducir distracciones en la oficina
En ocasiones se buscan estrategias complejas para hacer ambientes de trabajo adecuados, cuando las soluciones son fáciles. Por ejemplo, el simple hecho de reducir las juntas de trabajo.
En la actualidad, existen empresas que tienen un día a la semana sin reuniones, de modo que cada área se pueda concentrar en sus actividades al 100 % —medida práctica que beneficia la productividad—.
Sistema Pomodoro, un método de gestión del tiempo
Personalizar horarios y actividades en la oficina también es recomendable para incrementar el rendimiento. Tal es el caso del método Pomodoro, el cual anima a las personas a trabajar con las horas que disponen y no contra ellas.
Esto consiste en dividir la jornada laboral en intervalos de 25 minutos separados por descansos de cinco minutos. Dichos intervalos se denominan pomodoros. Después de cuatro pomodoros, se hace una pausa más larga, de entre 15 y 20 minutos.
La idea que subyace a esta técnica es que el temporizador transmite una sensación de urgencia. En lugar de percibir que se tiene tiempo infinito para realizar actividades y malgastar valiosas horas de trabajo en distracciones, así el cerebro mentaliza que solo tiene 25 minutos para avanzar todo lo posible en una tarea.
Además, los descansos forzados ayudan a contrarrestar esa sensación de agotamiento que la mayoría experimenta al final del día. Pasar horas delante de la computadora sin avanzar en los pendientes se vuelve muy difícil porque el tic toc del temporizador nos recuerda que debemos levantarnos y tomar un respiro.
Sistemas inteligentes para automatizar procesos improductivos
Repetir hasta el cansancio procesos rutinarios que no son parte del negocio es otra forma de desperdiciar el tiempo.
Actualmente las organizaciones tienen procesos manuales complicados para solicitar vacaciones o comprobar viáticos. Esto a pesar de que existe tecnología y plataformas que lo facilitan con unos clics y en pocos segundos.
Toda empresa debería considerar la contratación de ese tipo de servicios para dejar de perder horas en procesos que no le aportan valor, ni productividad.
Conclusión
El compromiso con la productividad no es algo personal o empresarial, de hecho, es una corresponsabilidad. Es maravilloso que los trabajadores que cumplen su primer año gocen del doble de vacaciones, ojalá todos puedan tomar los días que les correspondan y que realmente los usen para disfrutar, relajarse y estar con la familia.
En la práctica, los colaboradores responden correos electrónicos o mensajes de texto en su celular, aun estando de vacaciones, sin entender que parte de la productividad es saber disfrutar un descanso para volver con un renovado sentimiento de compromiso y de logro de objetivos.
En definitiva, las organizaciones deberán proveer las herramientas y recursos necesarios con el fin de incentivar una mayor productividad para que los trabajadores asuman una auténtica responsabilidad con su labor dentro de la organización. Eso es lo más relevante al final del día, no el hecho de discutir si se tienen seis o 12 días de vacaciones.
* Nota del editor: Las opiniones vertidas por el especialista no necesariamente reflejan la ideología de la publicación
