Estereotipos y prejuicios impiden a mujeres llegar a puestos directivos

En México, las mujeres ocupan apenas el 12% de los puestos relevantes en las empresas

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 .  (Foto: iStock)

México se encuentra entre los países que menos mujeres tienen en sus consejos de administración, señaló un estudio realizado en 182 empresas, por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que destacó, las mujeres no llegan a puestos de alta dirección por estereotipos de género.

De hecho, el estudio agregó que la compañía con el mayor porcentaje de mujeres en su consejo de administración (43%) se dedica a las telecomunicaciones, y de las más de 180 organizaciones analizadas, solo siete tienen a una directora general al frente, de hecho, el 68% no cuenta con empleadas en puestos directivos relevantes.

En el país, las mujeres ocupan apenas el 12% de los puestos relevantes en un corporativo, según datos del IMCO, lo que significa un reto, pues no solo son menos representadas, sino también menos escuchadas.

Al respecto, la investigadora de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM, Sandra Barranco García, aseguró que “la sociedad nos asigna tareas según el sexo”, por ejemplo, a las mujeres se les asocia con los cuidados del hogar, mientras a los hombres con “la fuerza, la toma de decisiones, la asertividad y la ambición”.

Por lo anterior, la experta agregó que las compañías y gobierno tienen que “crear espacios de conciliación entre lo personal y familiar”, evitar sesgos en las contrataciones, sensibilizar a través de la capacitación para ampliar el número de trabajadoras con poder de decisión, fomentar la corresponsabilidad en las familias para que los hombres participen más en las tareas de cuidados.

García añadió que en México no hay políticas públicas que impulsen la inclusión en los espacios laborales o erradique la discriminación y violencia, especialmente porque “los puestos de alta dirección suelen estar masculinizados y se desarrollan en espacios donde las actitudes machistas y misóginas son frecuentes”.

Además, la investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Alicia Girón González, señaló que “por cuestiones culturales, suele creerse que el sueldo de una empleada es un mero complemento del de su pareja, cuando con mucha frecuencia son ellas las proveedoras principales de sus hogares”, pese a que no acceden con facilidad a ingresos competitivos porque gran parte de ellas sólo estudió hasta la secundaria según el INEGI.

Para ejemplificar los esfuerzos a los que se tienen que enfrentar las mujeres, Sophie Anaya Levesque, directiva con 30 años de experiencia expuso que una madre invierte más en la salud y educación y a diario tiene que encontrar un punto de equilibrio entre trabajo y familia, lo que significa, “manejar una doble jornada” que deriva en desgaste físico y mental.

Por lo anterior, añadió que se tiene que “tomar en cuenta la educación y salud de las niñas” y abordar lo presupuestal con enfoque de género para que quien ocupe el mismo escalafón jerárquico, gane “el mismo salario sin importar el sexo”.