En riesgo productividad laboral de México

Las tasas de participación en el mercado laboral y de informalidad son prácticamente las mismas desde hace años

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 .  (Foto: iStock)

La perspectiva de la economía es sumamente favorable debido a las oportunidades que las tendencias a la relocalización –“reshoring”- presentan, pero también que hay mucho que hacer sobre todo en materia de política pública para aprovecharlas plenamente y en favor de segmentos que hasta ahora no han participado en la dinámica de la apertura de la economía, indicó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

“Hay entonces el reto -la recuperación- y la oportunidad -la relocalización-. Sin embargo, un elemento que sería más que deseable para aprovechar la oportunidad de manera significativa es un mercado laboral eficiente. Que permita la absorción ágil al empleo formal y con la productividad adecuada. Esto es un aspecto fundamental de la modernización de la economía”, aseveró el organismo.

De acuerdo con cifras del INEGI, en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en lo que va del sexenio, mientras la población en edad de trabajar ha aumentado en 6.6 millones, la población económicamente activa (PEA), o participación laboral, lo ha hecho en 4.6 millones. De ello, la afiliación al IMSS, que a menudo se interpreta como el indicador del empleo formal, se incrementó en 1.6 millones y la informalidad en 2.1 millones.

El CEESP señaló que las tasas de participación en el mercado laboral y de informalidad son prácticamente las mismas desde hace años. El flujo de personas que se incorpora a la informalidad no ha mejorado y ahora su número alcanza 32.4 millones, el 55.5% de la población ocupada.

Pero en otro sentido, la evolución del mercado de trabajo desde 2019 a la fecha no es alentadora. El trabajo se ha encarecido y la productividad cae”, alertó.

Los salarios han subido de manera pronunciada desde el 2019. El mínimo lo ha hecho en 134.8%, 88.4% en términos reales. Por su parte el salario base de cotización al IMSS es 19% mayor al de 2018 a precios constantes.

Los incrementos de salario son en sí una buena noticia para los trabajadores y en cierta forma para la sociedad en general. Pero lo correcto es que se acompañen con mayor productividad. Si no es así, los aumentos implican un mayor costo unitario de la mano de obra, afirmó el organismo.

“La productividad de la mano de obra mexicana ha caído en los últimos años en comparación con otros países emergentes y, más importante, respecto a los principales socios comerciales. Cuando los mayores salarios no se corresponden con productividad y más bien coinciden con caída de esta, el costo unitario de la mano de obra nacional aumenta. Esto es lo que ha pasado en México”, externó.

Las razones de la caída de productividad laboral en México son variadas y complejas. Hay estudios que revelan que la informalidad laboral, la falta de competencia y libre entrada y salida a las industrias nacionales y la calidad del capital humano en términos de capacidades productivas son generalmente causas del estancamiento o reducción de la productividad.

Entre las causas indirectas que contribuyen a la informalidad y por ende a la baja productividad son marcos regulatorios onerosos de cumplir en los tres órdenes de gobierno, incluyendo el marco fiscal que no promueve la formalidad (la carga total sobre el salario es mayor al 50% del salario neto al incorporar todas las contribuciones sociales).

Es importante una estrategia para revertir la caída de la productividad a fin de facilitar un crecimiento sostenible en el futuro. Es urgente, se ha tardado y en más de un aspecto se han tomado medidas en sentido contrario”, concluyó el CEESP.