¿Cómo vencer al síndrome del impostor en el trabajo?

En México, se estiman que el 76% de la población ha sentido desconfianza de sus logros o capacidades

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 .  (Foto: iStock)

Pese a tener éxito, un buen empleo y el reconocimiento de superiores y compañeros, el 62% de los trabajadores en todo el mundo han padecido el Síndrome del Impostor, en México, cifras de OCC Mundial estiman que el 76% de la población lo ha experimentado, en el 30% de los casos de forma recurrente, indicó un estudio de Asana.

En ese sentido, la experta en brand equity, marketing y negocios, Nathalie Darres, señaló que “la desconfianza hacia una misma, y que pese a tener éxitos y una buena carrera, sentimos una despersonalización de esos logros, y pensamos que fue cuestión de suerte u otra variable ajena a nosotras/os”, es un problema muy común.

La experta indicó que esto es más evidente en personas que recibieron críticas en su niñez, inseguras a nivel general o con tendencia a ser demasiado autocríticas y exigentes, pero esto tiene solución, y todo empieza en detectar el problema y frenarlo, ya que esto “no se basa en hechos, sino en creencias erróneas sobre nosotras mismas o en imaginativos sin sustento”.

Con eso en cuenta, Darres mencionó que “lo primero es detectar este tipo de pensamientos invasivos y qué situaciones los detona, a fin de poder ponerles un alto, prepararnos para enfrentarlos por medio de pruebas reales, y compartirlos con personas de confianza dentro de la misma organización, o bien, con un amigo, colega, etcétera”.

Asimismo, recomendó a quienes padezcan el síndrome del impostor, crear una carpeta o archivo con los logros, éxitos y comentarios positivos recibidos a lo largo de la carrera profesional, para que cuando surja el temor al fracaso, o pensamientos de duda, se consulte dicha información, de forma que permita recordar con hechos que sí se tiene la capacidad necesaria para el puesto o actividad.

Por otro lado, es necesario establecer metas a corto, mediano y largo plazo, esto para reforzar la creencia personal de capacidad y así, cada pequeño éxito motive a continuar e la meta más lejana, y aprender que siempre hay espacios para el error, y que equivocarse es normal.

Nathalie Darres también recomendó fortalecer lazos con compañeros, construir relaciones de trabajo saludables que permitan exteriorizar dudas o temores y abrir la puerta para pedir ayuda y consejos de los compañeros más experimentados, continuar aprendiendo, leyendo y actualizándose en la materia.