La falta de productividad y desmotivación son algunas de las consecuencias de no atender las inquietudes de los equipos
El exceso de horas de trabajo sin una remuneración conforme a la ley, la discriminación, el acoso, condiciones laborales deficientes y faltas de medidas de seguridad son algunos de los temas que han llevado a los trabajadores mexicanos a tener fatiga y agotamiento, además de enfrentar una obstaculizando en su desarrollo profesional, señaló un estudio de Sesame HR.
Asimismo, mucho no se sienten valorados, lo cual genera desmotivación por la falta de incentivos, las empresas no miden la satisfacción de sus equipos, lo cual impide conocer sus necesidades o inquietudes, además, no se les capacita, la organización no tiene una comunicación adecuada, lo que impide conocer los procedimientos de trabajo sin comprender sus implicaciones.
No obstante, el clima laboral y productividad de las compañías puede mejorar, para ello, Sesame HR recomienda desarrollar una cultura de comunicación abierta, en la que los trabajadores se sientan cómodos hablando, las quejas se atiendan de manera rápida y exhaustiva y se implementen mecanismos para resolver conflictos conforme a los derechos laborales.
Por otro lado, se recomendó impulsar la creación de un salario emocional con beneficios motivacionales que mejoren la calidad de vida de los empleados, ya sea apoyo en gimnasio, mejorar instalaciones, organizar eventos de ocio, implementar horarios flexibles, atención psicológica y planes de desarrollo profesional.
Para medir el impacto que tenga esta estrategia se sugiere realizar evaluaciones de desempeño a través de herramientas tecnológicas para analizar datos y modificar conductas, fortalecer habilidades, realizar cambios, capacitar al personal, potenciar sus habilidades, etc., y desarrollar una estructura organizativa horizontal con objetivos claros.
Sesame HR enfatizó en que la atención y comunicación de los líderes debe ser proactiva, para ello, las áreas de RH deben interesarse en el personal, ya sea con encuestas periódicas de satisfacción para medir las necesidades de los trabajadores, conocer sus quejas y ver de qué manera puede mejorar el trabajo.
Esta interacción también de debe ser receptiva, es decir, atender atentamente las quejas en un espacio exclusivo donde los colaboradores puedan expresarse libremente; justa, lo cual significa analizar “datos para evitar sacar conclusiones precipitadas o hacer suposiciones” de forma imparcial y objetiva.
Finalmente, la empresa recomendó mantener una comunicación respetuosa, lo que “implica elementos de comunicación con respuestas rápidas, adecuadas y transparentes”.
