Los líderes, además de contar con competencias técnicas, deberán contar con competencias emocionales como mentalidad positiva, integridad emocional y honestidad, para ayudar a sus equipos
Cuando se favorece el bienestar de los colaboradores se mejora la satisfacción laboral y con ello, la productividad verá un aumento, reduciendo absentismo, rotación y costos de formación, destacó Cegid,
“En la búsqueda de un mayor bienestar, es recomendable que las compañías se esfuercen en que los empleados mantengan relaciones sanas y positivas con sus compañeros y sus managers, lo que dará como resultado personas más felices y satisfechas con y en su trabajo”, destacó.
Para ello, indicó, habrá que enfocarse en crear entornos de trabajo colaborativos, con comunicación abierta, así como en el desarrollo de habilidades para la resolución de conflictos. Por lo que crear una cultura empresarial positiva, que tenga como principal objetivo el equilibrio entre la vida profesional y personal de los colaboradores, mediante servicios de apoyo psicológicos, sesiones de meditación y formaciones sobre gestión de estrés y ansiedad, puede animar a los empleados a cuidar de sí mismos y a mejorar su calidad de vida en general.
“Indudablemente, mantener una comunicación abierta y bidireccional entre managers y empleados es fundamental, durante la jornada del día a día, así como en situaciones de crisis. Por lo que los líderes, además de contar con competencias técnicas, deberán contar con competencias emocionales como mentalidad positiva, integridad emocional y honestidad, para ayudar a sus equipos a superar sus miedos, ansiedades y dudas ante los retos que se presenten”, agregó en un comunicado.
Además, apuntó que parte importante de la labor de los líderes es otorgar reconocimiento y feedback (retroalimentación) a los integrantes de sus equipos ante los logros y su contribución a los objetivos planteados.
Destacó que es importante considerar que ante un nuevo escenario laboral, donde el esquema de trabajo remoto o híbrido es cada vez más predominante, por lo que es importante que los líderes tomen en cuenta algunos puntos clave cuando de estar en contacto con las personas y dar retroalimentación se trate:
cuidar la comunicación mediante chats y los correos electrónicos, ya que pueden provocar fallos de comunicación, especialmente en lo que respecta al humor, la ironía y las malas interpretaciones
adaptar el canal de comunicación al mensaje, la comunicación escrita se adapta mejor a los mensajes basados en hechos que a los comentarios de feedback, o a los mensajes susceptibles de provocar ansiedad. Las llamadas tradicionales o las videollamadas permiten expresar mejor los matices y mostrar empatía. Por lo tanto, conviene elegir el modo de comunicación más adecuado en función del contexto, de la relación entre las personas y de las preferencias individuales de cada uno
evitar la comunicación fuera del horario laboral, los empleados tienen derecho a la desconexión y necesitan tiempo para gestionar su vida personal
organizar convivencias virtuales, los canales colaborativos para compartir información no relacionada con el trabajo, o las pausas virtuales para tomar un café pueden contribuir a reforzar los lazos entre los miembros del equipo
poner especial atención en el feedback, factor clave para los directivos que buscan motivar, desarrollar y mantener el compromiso de sus empleados. Debe realizarse de manera periódica y en un momento oportuno. Además, debe ser específico, concreto y sin juicios de valor, en el que los empleados puedan saber cómo están realizando su trabajo, cuáles son sus puntos fuertes y sus debilidades, y cómo pueden mejorar
emplear soluciones tecnológicas que permitan dar retroalimentación continua. Un espacio donde ambas partes, managers y empleados, pueden aportar comentarios e información, así como hacer repasos periódicos de tareas u objetivos en curso
La firma recalcó que estas acciones pueden ayudar a reforzar la relación con los colaboradores porque demuestran interés por su desarrollo y éxito profesional. Asimismo, permiten identificar problemas potenciales antes de que lleguen a ser demasiado graves, ayudando a los empleados a superar los obstáculos de forma eficaz y a mejorar notablemente el bienestar que necesitan para el cumplimiento de sus tareas.
