Aumento al salario mínimo, ¿un golpe a las MiPymes?
El CEESP indicó que aun cuando no se reconozca explícitamente, el pronunciado aumento del salario mínimo probablemente elevará la cautela del Banxico
Laboral
El aumento del salario mínimo para 2024, de 20% y 5 veces mayor a la inflación esperada para 2024, según la encuesta de expectativas del Banco de México, es excesivo y dañará particularmente a las MiPyMES, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Detalló que los costos de la mano de obra crecerán de nuevo significativamente y en 2024 podrían ser 60% mayores a los de 2018, tomando en cuenta los efectos de los días de vacaciones y del aumento en las contribuciones a la seguridad social.
Por lo anterior, indicó, es muy probable que la revisión del salario mínimo represente presiones inflacionarias ya que sucede en un contexto bien distinto al de años anteriores, por las siguientes razones:
- el mismo impacto adicional sobre los costos laborales. El “rezago” del salario mínimo se ha abatido significativamente en los últimos 5 años
- se da en un momento en el que el mercado laboral está presionado por escasez de mano de obra en diversos sectores y regiones del país, y la brecha del producto ya no es negativa como antes
- se suma al impacto sobre la demanda agregada de la política fiscal particularmente expansiva aprobada para 2024
El CEESP agregó que aun cuando no se reconozca explícitamente, el pronunciado aumento del salario mínimo probablemente elevará la cautela del Banco de México respecto al momento idóneo para comenzar a reducir la tasa de interés. Lo que alargaría la carestía del crédito para capital de trabajo en detrimento especialmente de las MiPyMEs.
Un cálculo del organismo indicó que de 2018 a 2023 los costos de la mano de obra aumentaron en alrededor de 50% en términos reales. Además, el salario mínimo, cuyo impacto es probable que recaiga principalmente sobre las MiPyMEs se incrementó en 46% o 27% real de 2021 hasta ahora.
Como consecuencia del repunte de la inflación, el Banco de México elevó sustancialmente su tasa de referencia, que pasó de 5.5% a fines de 2021 a 11.25% de marzo de este año a la fecha. El costo real del crédito, o sea la tasa real de interés, aumentó fuertemente de 2021 a la fecha, a medida que la tasa de inflación comenzó a disminuir a partir de la última parte del 2022.
Actualmente, la tasa de interés interbancaria (TIIE) alcanza 11.50%. Con una inflación esperada de 4.6% para un año -de acuerdo con las expectativas reveladas en las encuestas de CitiBanamex y el Banco de México, la TIIE real alcanza alrededor de 6.6%.
Según información anecdótica, las MiPyMEs se pueden fondear en el mercado a TIIE más un diferencial que puede ir de unos cuantos puntos porcentuales, digamos 5, hasta 15 o 20 y aún más. Como resultado, el costo real del capital de trabajo es opresivamente alto para las MiPyMEs.
“Ahora más que nunca es necesario evitar otras políticas y medidas que encarezcan aún más el empleo formal en la economía”, sentenció el organismo.
¿Qué tan productivas son las MiPymes?
De acuerdo con el CEESP, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) contribuyen significativamente a la economía del país. Representan el 67.9% del empleo y contribuyen con el 45.3% del valor agregado de la economía o del PIB.
Explicó que la discrepancia entre el alto porcentaje del empleo que ocupan y la relativamente baja proporción del producto que generan hablan del deficiente de productividad laboral con que trabajan respecto de las empresas grandes -que ocupan 32.1% del empleo y generan el 54.7% del producto-.
“Esto es natural, dado que la mayor escala de la empresa grande le permite una mejor distribución del trabajo y una mayor facilidad para adquirir capital físico -maquinaria y equipo- y adoptar tecnología. El 72% de la formación de capital fijo proviene de las empresas grandes”, detalló.
Lo anterior, apuntó, es un reto de la política económica en México. Las políticas en favor de las MiPyMEs tradicionalmente han carecido de alicientes u objetivos centrados en su crecimiento y por lo tanto en el aumento de su productividad.
“Su menor productividad, escasez relativa de maquinaria y equipo y dificultad de adopción de tecnología limita su acceso al crédito comercial y, por ello, su inversión y crecimiento, generándose un círculo vicioso difícil de escapar”, advirtió.
Adicionalmente, mencionó que el apoyo de la banca de desarrollo -cuyos fines deberían incluir el desarrollo de las MiPyMEs- ha sido escaso y se ha reducido aún más. En 2021 del total de empresas que buscaron financiamiento solo el 2% lo solicitó a la banca de desarrollo. La Banca Comercial (67%) y los proveedores (46%) fueron sus principales fuentes de financiamiento.
Datos de financiamiento del Banco de México indican que entre 2017 y 2021 el número de créditos a las MiPyMEs se redujo 24% y su valor en 28.4% en términos reales (para las empresas grandes los aumentos correspondientes fueron 49% y 17.4%).
Más aún, las empresas en México enfrentan una carga regulatoria significativa por parte de los tres niveles de gobierno, que, por su escala, es especialmente pesada para las MiPyMEs. Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas (ENCRIGE) 2020 calculó un costo de cumplimiento de las regulaciones para las empresas de 238.9 mil millones de pesos a nivel nacional, el equivalente a 1% del PIB.
En promedio, cada empresa tuvo costos monetarios promedio de 95,760 pesos al año. Para el caso de las micro y pequeñas, este gasto fue de 33,596 y 287,190 pesos, respectivamente.
Por su parte, un estudio de la Cámara de la Industria de Transformación (CAINTRA) refleja elevados costos en tiempos de permisos y trámites a nivel estatal y municipal en Nuevo León. En promedio, un trámite estatal se tarda 71 días en resolver y 84 días para un trámite municipal.
Según el INEGI (estudio de demografía de los negocios) entre 2019 y 2021 habían desaparecido 400 MiPyMES, equivalentes a alrededor de 10% de las mismas. No hay mayor información oficial más reciente.
“Aun cuando es de esperarse que haya habido una recuperación, es probable que de entonces a la fecha esta haya sido sólo parcial, debido a que, por un lado, los costos laborales se han incrementado fuertemente y el costo del capital de trabajo también, como consecuencia de las elevadas tasas de interés”, finalizó.
Bajo las aparentes circunstancias de las MiPyMEs, lo aconsejable para proteger al sector debería ser la mesura y la prudencia por parte de la política pública. Pero desafortunadamente no es así.