Aunque Latinoamérica es la región con la mayor adopción del trabajo híbrido en todo el mundo, también es la que menos ha adoptado el trabajo 100% remoto, reveló un estudio de la compañía experta en servicios inmobiliarios JLL, la cual analizó a cerca de 300 empresas de 13 países del continente.
De acuerdo con el estudio, al menos un 29% de las organizaciones analizadas usa el esquema híbrido, el cual componen de 2 días de trabajo presenciales y 3 remotos, se trata de un modelo empleado especialmente en compañías multinacionales y de sectores financiero, seguros, tecnología y telecomunicaciones.
Sobre este punto, la directora de Occupancy Planning de JLL, Nuri Mouriño, mencionó que “el futuro del trabajo aún está por definirse” debido a que la mitad de las empresas encuestadas compartieron que su esquema laboral actual podría cambiaren el futuro por los retos que tienen hacia las preferencias de los trabajadores.
Mouriño añadió que “el desafío más frecuente es la baja asistencia a la oficina, que afecta a 1 de cada 4 empresas de la región” y que explica “porque el 70% de las organizaciones enfrentan desafíos ligados con sus políticas de trabajo”.
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Modalidades de trabajo más populares en LATAM
La directiva de JLL indicó que debido a las medidas tomadas por el COVID, la adopción del trabajo remoto se reforzó “en la mayoría de los países del mundo”, ya que antes de la pandemia, 2 de cada 3 trabajadores asistían a la oficina 5 días a la semana y el trabajo remoto era usado por solo el 8% de los corporativo.
No obstante, en la “actualidad, solo 1 de cada 5 empresas en Latinoamérica requiere la asistencia a la oficina todos los días de la semana”, en tanto el trabajo híbrido se triplicó”, asimismo, el esquema híbrido más usado consiste en 2 días remotos y 3 presenciales con 18% de adopción, preferentemente en martes, miércoles y jueves.
Asimismo, el estudio expuso que si hay un incremento en la asistencia a la oficina, esto a su vez podría impulsar la demanda por espacios, sin embargo, para motivar a los trabajadores a asistir, se tendrían que ofrecer incentivos desde políticas de trabajo enfocadas en el bienestar del talento.