La distribución de las actividades del hogar suele ser diferenciada entre hombres y mujeres, no obstante, aunque hay tareas que evidentemente se recargan en ellas, hay otras de las que ni siquiera somos conscientes y por lo tanto tampoco notamos quién las realiza.
En ese sentido, Avon realizó una encuesta regional que identificó las diferencias perceptuales entre géneros cuando se trata de la distribución de las actividades en el hogar, en especial aquellas que suelen pasar desapercibidas.
“En Avon, año con año buscamos crear conciencia sobre la construcción de sociedades más equitativas. Creemos que este tipo de iniciativas suman esfuerzos para generar sensibilización sobre las oportunidades que tenemos actualmente para lograrlo. Queremos que las mujeres se sientan apoyadas en sus hogares en el plano personal y laboral. Nos agrada saber que este estudio dará paso a que el 56% de los mexicanos y mexicanas participantes piensen en cambiar sus patrones conductuales al momento de la distribución de labores en el hogar”, resaltó Sara Peredo, directora de Reputación y Comunicación Corporativa de Avon.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el estudio “Sácate la duda: las tareas en el hogar”, por primera vez incluyó al género masculino para comparar su opinión y desempeño desde dos ejes: cómo se distribuyen cada una de las labores y quién lleva la voz cantante. En México, se contemplaron 428 encuestados (50% mujeres y 50% hombres) y destacó su abismal percepción alrededor de la carga mental.
En dicho rubro se retomaron actividades “invisibles” como planificar lo que se debe hacer para comer cada día, armar la lista de compras, saber cuándo hay que pagar las cuentas del hogar (servicios, renta), decidir qué y cuándo hay que limpiar, contratar a las personas que realizan mantenimiento o reparaciones en casa (electricistas, plomeros, fontaneros, pintores, albañiles, etc.), estar pendiente de lo que sucede en la escuela, tener presentes las citas médicas de les hijes y participar activamente del chat de la escuela, entre otras.
En este caso, seis de cada 10 mujeres declararon que recaen en ellas estas acciones, pero apenas el 11% de los hombres atribuyó el crédito de esos deberes “invisibles” a su pareja.
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¿Y de las tareas visibles, quién se hace cargo?
El análisis también profundizó en la carga operativa, la cual engloba todas las responsabilidades “visibles”: preparar la comida, hacer las compras, pagar las cuentas, mantener o hacer limpieza de los espacios, recibir a las personas que realizan mantenimiento o reparaciones, ayudar a los hijos en los deberes escolares, llevarlos al médico y estar en el chat de la escuela, por mencionar algunas.
Mientras que el el 88% de los hombres mexicanos aseguró que la carga operativa doméstica recae de manera equitativa, el 3% declaró que están en cancha de las mujeres y el resto (9%), en la de ellos; el 53% de ellas consideró que estas actividades son su responsabilidad, el resto (47%), que se reparten de manera equitativa. Esta conducta se reflejó de manera similar en el resto de los países encuestados (Argentina, Chile, Colombia y Perú).
En general, el estudio determinó que, en México, el 36% de los encuestados vive bajo un esquema patriarcal. En estos hogares, tanto la carga operativa como la mental recaen casi siempre en la mujer. Por otro lado, el 56% de los participantes perciben convivir en una modalidad equilibrada y el resto se divide entre nuevas masculinidades y hogares deconstruidos.
A nivel regional, todas las tareas operativas mostraron una brecha hacia el género femenino, con excepción del pago de las cuentas y recibir a quienes hacen el mantenimiento/reparación del hogar, pues el género masculino se autoproclama “dueño” de dichos aspectos. Sin embargo, en el resto de las tareas ellos consideraron que hay una distribución predominantemente equitativa, exceptuando el vínculo con la escuela, que le asignan a su pareja.
Por lo anterior, Avon concluyó que cerrar las brechas no es cosa fácil, pero reflexionar y deconstruir actitudes patriarcales es una decisión de todos y todas para lograr una convivencia más equitativa y correlacionada, no solo este 8 de marzo, sino todos los días.