Reducir la brecha de género y fomentar equidad: ¿Un nuevo estilo de liderazgo?

En México, sólo alrededor del 30% de los cargos directivos son ocupados por mujeres

En la lucha por la igualdad de género y la promoción de la equidad, nos enfrentamos a una pregunta crucial: ¿cómo podemos crear un cambio significativo y duradero? Muchos han argumentado a favor de leyes, reglas y políticas para nivelar el campo de juego, pero ¿es esto suficiente? Creo en la capacidad del liderazgo transformador como catalizador del cambio y deseo explorar con ustedes algunas ideas específicas sobre este tema.

Empecemos por reconocer las necesidades personales. Cada individuo, independientemente de su género, tiene necesidades únicas que deben ser reconocidas y respetadas. Esto podría significar dar facilidades a programas de desarrollo profesional que aborden las necesidades específicas en el lugar de trabajo. Un caso de éxito notable es el enfoque de Google en la diversidad e inclusión, que incluye programas personalizados para abordar las necesidades particulares de sus empleados.

Al establecer acuerdos claros, límites y expectativas se fomenta la transparencia y la comunicación abierta, que son fundamentales para construir relaciones equitativas y respetuosas. Esto significa establecer objetivos y métricas claras para medir el progreso hacia la igualdad de género en las organizaciones. La iniciativa Lean In Circles de Sheryl Sandberg, proporciona un espacio seguro para que mujeres y hombres discutan temas de género y avancen hacia la igualdad en el lugar de trabajo.

Vale la pena dirigir nuestra atención a satisfacer necesidades específicas que puedan elevar el nivel de vida y la satisfacción de las personas. Al reconocer y abordar las necesidades individuales, podemos crear un entorno donde todos puedan prosperar y alcanzar su máximo potencial. 

 

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Modelos y casos como fuente de inspiración hacia la equidad

La representación de las mujeres en puestos de alta dirección está cada vez más presente; sin embargo, es importante reconocer que con todos los esfuerzos individuales y sociales según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, sólo alrededor del 30% de los cargos directivos son ocupados por mujeres. La importancia de la pluralidad en el ambiente laboral radica en que fomenta la diversidad de perspectivas en la toma de decisiones empresariales y promueve nuevos rumbos para las compañías. 

Es por eso que el modelo E.A.C.H. (2015) desarrollado por Catalyst, una organización global sin fines de lucro que promueve la inclusión en el lugar de trabajo, y el libro"Mujeres Rumbo a la Alta Dirección" de María del Carmen Bernal, destacan la importancia de la inclusión de género como un catalizador para el éxito empresarial. Como su nombre en inglés lo hace notar, este modelo se compone de cuatro elementos clave: Empoderamiento (Empowered), Responsabilidad (Accountability), Valentía (Courage) y Humildad (Humility). 

En términos de las empresas el empoderamiento implica brindar a los empleados la autoridad y los recursos necesarios para tomar decisiones y liderar iniciativas. La responsabilidad se refiere a asumir el compromiso de las acciones y resultados, tanto individualmente como en equipo. La valentía implica la disposición a asumir riesgos y enfrentar desafíos con determinación y confianza. Por último, la humildad implica reconocer las limitaciones personales y estar abierto a aprender de otros. Para los expertos de la ONG Catalyst, el modelo EACH promueve un enfoque integral del liderazgo que fomenta la confianza, la responsabilidad, el coraje y la humildad, lo que resulta en un liderazgo más efectivo y auténtico.

En México, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) desarrolló el MEG (Modelo de Equidad de Género) para invitar a los centros de trabajo a revisar sus políticas y prácticas internas. 

Este modelo brinda herramientas que ayuden a definir mecanismos que incorporen la perspectiva de género a favor de sus empleados para establecer acciones equitativas en los espacios de trabajo. 

Si bien existen desafíos significativos en el camino hacia la alta dirección para las mujeres, también hay oportunidades emocionantes para el crecimiento y el cambio. La equidad de género en la alta dirección no solo refleja mejor a la sociedad en su conjunto, sino que también ha demostrado mejorar el rendimiento empresarial y la innovación. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) encontró que las empresas con al menos una mujer en la alta dirección tienden a tener un retorno sobre el patrimonio neto más alto que aquellas dirigidas exclusivamente por hombres.

Es cuestión de equidad y también de rendimiento aplicado a las corporaciones porque en estos temas la diversidad y la inclusión tienen beneficios tanto para las personas como para las organizaciones, equipos y la sociedad en general.  Los estudios más recientes de Catalyst sobre los beneficios de la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo, tuvieron como hallazgo identificar  en cuatro áreas en las que la diversidad y la inclusión tienen un impacto significativo en las empresas: talento, innovación y desempeño grupal, reputación y responsabilidad, y desempeño financiero. 

Cada una de ellas son trascendentales en el funcionamiento integral de las compañías, que se potencia si se fomentan espacios de equidad que benefician de manera personal  a sus empleados y de manera global a la institución; es un ganar-ganar en varios niveles. 

Los aquí mencionados son casos y  herramientas útiles para fomentar la inclusión en el ámbito laboral caminando hacia un futuro de equidad y empoderamiento de las personas en las empresas.  

La lucha por la igualdad de género y la promoción de la equidad requiere un enfoque multifacético que trascienda las legislaciones. Necesitamos líderes comprometidos que reconozcan y aborden las necesidades únicas de cada individuo, establezcan pedidos concretos que promuevan la inclusión y la equidad, y establezcan acuerdos claros para construir un mundo más igualitario y justo. 

En la búsqueda por promover dicha equidad, cada acción, por pequeña que parezca, es un paso hacia un futuro más justo y próspero. Desde las conversaciones cotidianas en casa hasta las políticas corporativas, tenemos un papel crucial que desempeñar. Miremos con admiración los casos de éxito, como el ascenso de mujeres a puestos de liderazgo en empresas destacadas, y tomemos sus historias como inspiración. Creo verdaderamente que podemos construir un mundo donde el talento, el esfuerzo sean los únicos determinantes del éxito y la realización personal, sin importar el género. 

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