¿Perfeccionista o compulsivo, ventaja o desventaja?

Ser perfeccionista puede implicar ventajas para las personas, pero su exceso puede dar pie al Síndrome del Impostor

 El perfeccionismo y TOC comparten características, pero en realidad son diferentes.  (Foto: Ilustraciones de Koondon's Images, Amin Mario, studiog2 de Giuseppe Ramos S y Wannafang editadas en Canva.)

Nancy Escutia

De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), el perfeccionismo es una tendencia que implica “mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a considerarlo acabado”, mientras que compulsivo refiere a aquellas personas que tienen impulsos irresistibles sin llevar a la reflexión, pero, ¿cómo saber cuándo se cruza de una línea a otra y si esto puede ser una desventaja?

El “Protocolo de contención emocional para profesionales que atienden a mujeres víctimas de violencia de género” del Instituto de Investigaciones Jurídicas publicado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) señaló que una persona perfeccionista puede llegar a sobreexigirse y carecer de contención.

Al respecto, la página de internet de orientación psicológica online, Psonríe, destacó que aunque el perfeccionismo y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) comparten características similares, en realidad son diferentes; por lo que la coach ejecutiva y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, Nora Taboada, reconoció que ser una persona perfeccionista no es del todo malo.

“El perfeccionismo es una situación en la que un gran número de personas se ve atrapada al menos una vez, mientras que otras lo llevan como un estilo de vida, una forma de hacer cosas, sin embargo, no todo es blanco o negro y existen matices que pueden diferenciar entre un perfeccionismo saludable y otro que no lo es”, añadió la consultora organizacional.

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Ser perfeccionista, ¿ventaja o desventaja?

Primero hay que entender que el TOC es una condición psicológica en la que hay pensamientos o acciones repetitivas y que no pueden controlarse, ya que se hacen de forma impulsa y obsesiva de manera frecuente, lo cual hace que la persona no pueda evitarlos o controlarlos, por ejemplo, lavarse las manos hasta lastimar la piel, seguir patrones o repetir frases.

En cuanto a una persona perfeccionista, tiende a realizar actividades de una forma disciplinada, es exigente consigo misma, no puede estar satisfecha, no acepta fallas, es inflexible e impaciente, y de acuerdo con Nora Taboada, su personalidad hace que se a autoimpongan “estándares muy altos durante su búsqueda de la excelencia”, pero eso los enfrenta a la autocrítica.

Ahora bien, en palabras de la fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, el perfeccionismo puede ser una ventaja o desventaja según el tipo que se tenga, es decir, el adaptativo, al que se le atribuyen “características de excelencia y autocrítica”, y el desadaptativo, lleva a la “incertidumbre de las propias habilidades”, que a su vez puede dar origen al Síndrome del Impostor, ya que se establecen estándares casi imposibles de alcanzar.

Por lo anterior, la también escritora indicó que si una persona se siente constantemente a la defensiva por retrasos, errores o cambio de planes, encuentra defectos en casi todo y se critica constantemente, puede ser una perfeccionista desadaptativa, lo cual implica una desventaja en su desarrollo; ¿cómo cambiarlo y transformarlo en ventajas?

  1. celebrar logros, avances, aceptar recompensas y reconocer el esfuerzo personal
  2. ser amable con uno mismo, reconocer errores y volver a intentarlo sin frustración
  3. entender que no todo se trata de llegar a la meta, sino de disfrutar el camino
  4. tener disposición para cambiar de opinión o estrategia
  5. estar abierto a la crítica constructiva de los demás

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