Puede que en algún momento hayas escuchado el término “neurodivergente”, pero ¿sabías que también existe el burnout neurodivergente? De acuerdo con la doctora, activista y pionera en la integración de la ciencia y conciencia en la salud física y emocional, Viry Olvera, se trata de “una forma extrema de agotamiento” que puede durar desde meses hasta años.
El Foro Económico Mundial señala que la neurodiversidad hace referencia a o identifica a personas que en condiciones de autismo, dislexia, dispraxia, discalculia y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), en tanto el burnout refiere al agotamiento, ¿en qué momento se unen estos términos y cómo pueden ayudar al mundo laboral?
En palabras de Olvera “el burnout neurodivergente” surge cuando los trabajadores se enfrentan a extenuantes jornadas de trabajo, están en constante presión y les cuesta gestionar tareas, lo cual además reduce su tolerancia y puede combinar tanto dolor físico como emocional, y aunque todas las personas son susceptibles al agotamiento, los neurodivergentes tiene mayor tendencia a padecerlo.
Si bien, en primera línea podría parecer esto un problema, la realidad es que también es una gran oportunidad para que las empresas aumenten sus rendimientos, y es que de acuerdo con la doctora Viry Olvera, las personas que integran a personas neurodivergentes a sus equipos pues “incrementar la productividad del equipo hasta un 30%”.
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La importancia del personal neurodivergente en las empresas
Viry Olvera aseguró en un comunicado compartido a esta redacción que “las personas neurodivergentes experimentan un constante desafío para gestionar estímulos, ya sea sensoriales, emocionales y cognitivos” debido a la sobreestimulación si no existe una buena regulación laboral; pero comprender esta realidad puede ayudar a las organizaciones a aumentar sus productividad.
Cifras de Deloitte recopiladas por la experta en medicina resaltan que “las personas neurodivergentes tienen perfiles únicos y poseen habilidades y capacidades intelectuales destacadas”, que permiten aumentar la productividad de los equipos hasta en un 30%, especialmente si las compañías brindan las condiciones laborales adecuadas.
¿Qué condiciones o cómo pueden las empresas ayudar a sus equipos? La doctora recomienda lo siguiente:
- reducir estímulos innecesarios: Es necesario minimizar estímulos abrumadores como luces demasiado brillantes o ruido constante por ejemplo en las oficinas, así como crear entornos más tranquilos y zonas de desconexión
- dar flexibilidad laboral: Ofrecer opciones de trabajo remoto o híbrido para evitar largos traslados o la presión de estar en una oficina en un horario fijo
- apoyar la regulación emocional: Brindar programas de apoyo en el desarrollo de técnicas de autorregulación
- fomentar un ambiente inclusivo: Educar a los equipos sobre las diferencias emocionales y cognitivas para fomentar la empatía