La flexibilidad se convirtió en una de las herramientas más valiosas para las empresas que buscan mantenerse competitivas y atraer talento altamente calificado. De acuerdo con Maribel Cano Fernández, Head of Marketing & Comms LATAM de Cegid, la implementación de políticas laborales de esta índole no solo beneficia a los empleados, sino que también impacta directamente en la eficiencia operativa y en la rentabilidad empresarial.
Impacto positivo en la productividad y los costos operativos
La flexibilidad laboral, que abarca modalidades como el trabajo remoto o híbrido, fomenta un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional de los empleados, lo anterior se traduce en un bienestar general que impulsa el compromiso y la productividad de los colaboradores.
Al trabajar en un entorno que les permite adaptar su jornada a sus necesidades, los empleados son más eficientes y, al mismo tiempo, se sienten más satisfechos con su entorno laboral, comentó Cano.
Desde el punto de vista financiero, estas modalidades también presentan beneficios tangibles para las empresas:
“Al reducir la cantidad de empleados que necesitan estar físicamente en una oficina, las organizaciones pueden disminuir costos relacionados con infraestructura, como alquileres, servicios básicos y mantenimiento. Esto permite redirigir recursos hacia herramientas tecnológicas que potencien la experiencia de trabajo remoto, como plataformas colaborativas o soluciones en la nube”, mencionó la especialista.
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Reducción de rotación y costos asociados
La flexibilidad laboral también actúa como un poderoso incentivo para la retención de talento. La Head of Marketing & Comms LATAM de Cegid destacó que estas políticas reducen significativamente la rotación de personal, lo que a su vez disminuye los costos vinculados al reclutamiento, selección y capacitación de nuevos empleados.
“Una menor rotación significa una fuerza laboral más estable y comprometida, lo que contribuye a mantener la continuidad operativa y a evitar gastos adicionales en la formación de personal nuevo”, afirmó.
Menor ausentismo y mayor compromiso
Otro de los beneficios señalados es la disminución del ausentismo y las licencias médicas. La flexibilidad en los horarios de trabajo permite a los empleados gestionar de manera más efectiva sus responsabilidades personales y profesionales, lo que reduce el estrés y mejora su bienestar general.
Asimismo, genera una fuerza laboral más saludable, menos propensa a ausencias frecuentes, lo que se traduce en una operación más eficiente y en menores interrupciones.
Ahorros en transporte y atracción de talento
Cano también resalta cómo la eliminación de desplazamientos diarios beneficia tanto a los empleados como a las empresas. Los colaboradores ahorran tiempo y dinero, mientras que las empresas ven una reducción en los costos asociados a la operación de espacios físicos.
Además, la flexibilidad se convirtió en un factor determinante para atraer talento calificado, especialmente en un mercado donde los profesionales buscan cada vez más un balance entre su vida laboral y personal.
La especialista explica que todas estas prácticas no solo atraen talento, sino que también mejoran la percepción de la marca empleadora entre clientes e inversionistas.
“La flexibilidad laboral refleja una cultura empresarial moderna, centrada en las personas, lo que puede traducirse en mayores inversiones y una mejor retención de clientes”, concluyó.