Liderazgo materno en Fintech redefine estrategias
corporativas

Liderazgo materno en Fintech redefine estrategias
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Cada vez es más común que las mujeres puedan compaginar su vida profesional con su vida personal, las madres en Fintech son un ejemplo, lideran con visión estratégica, transforman límites en innovación real y reconfiguran el éxito empresarial
A lo largo de mi camino profesional he conocido a mujeres cuya trayectoria confirma algo que, en ocasiones, se pone en duda, pero que es completamente posible: tener una carrera sólida y en crecimiento no implica renunciar a la familia.
Ellas son prueba viva de que las ambiciones personales y profesionales pueden coexistir dentro de una misma agenda. Sus historias nos recuerdan que el desafío de romper estereotipos y reeducarnos en torno a los roles en el hogar y el trabajo, persiste.
Como en cualquier proyecto de vida, el tiempo, el dinero y la energía son tres de los activos más valiosos para lograr resultados sostenibles. Pero en el caso de las mamás, estos recursos adquieren una dimensión única, ya que se convierten en una especie de “tríada estratégica” que no solo sostiene hogares y vínculos, sino que también impulsa empresas y comunidades.
Desde el nacimiento de un hijo hasta el desarrollo de una startup, las madres ejercen una gestión constante y afinada de estos tres elementos. No es solo multitarea, es estrategia cotidiana; es decir, priorizan bajo presión, invierten recursos emocionales y materiales, mientras mantienen una visión a largo plazo. Y más que intuición, se trata de habilidades desarrolladas a través de la experiencia y, de hecho, validadas por la ciencia.
Según el estudio The Motherhood Penalty vs. The Fatherhood Bonus (Harvard Business Review, 2020), muchas madres desarrollan altos niveles de productividad, resiliencia y eficiencia precisamente porque aprenden a operar bajo escenarios de restricción constante. Es decir, convierten la escasez en motor de innovación.
Así, cuando una madre lidera un proyecto —ya sea un libro, una empresa, una mascota, una comunidad o una carrera profesional—, no solo pone en juego habilidades técnicas, sino una experiencia vital que refuerza su capacidad para sostener, escalar y cuidar lo que importa.
Las madres con experiencia en tecnología financiera están impulsando soluciones más empáticas y centradas en las verdaderas necesidades del usuario, porque han vivido —en carne propia— y entienden lo que significa no contar con los recursos suficientes y aun así sostener proyectos y familias.
La falta de oportunidades, de apoyo o dinero puede frenar no solo ideas, sino también innovación, autonomía y talento. Esta sensibilidad no es anecdótica. Según el informe Fintech Women 2023 de Deloitte, las mujeres líderes en Fintech priorizan tres veces más que sus colegas hombres el diseño de productos inclusivos y orientados al impacto social.
El camino ha sido largo para integrar a las mujeres al campo laboral. Recuerdo a una mujer originaria de la India, con una destacada trayectoria en el Centro de Excelencia de la ISRO (Agencia India de Investigación Espacial), que me hizo pensar en la película Hidden Figures (Talentos ocultos).
Durante una entrevista, ella compartía que uno de sus primeros trabajos fue en una planta tecnológica con miles de empleados y solo dos ingenieras; ella era una de estas mujeres. Algo tan cotidiano como la ausencia de baños para mujeres dejaba en claro que simplemente no estaban contempladas en el diseño del espacio. Lo primero que ocurrió tras su incorporación, fue la construcción de un baño femenino. Solo por estar ahí. Solo por ser la primera. Esta historia resume por qué la representación importa.
Hoy, el escenario ha cambiado. Ya no se trata solo de integrar a la fuerza laboral femenina, sino de reconocer las múltiples realidades que habitan las mujeres que trabajan, lideran y maternan al mismo tiempo. Existen oficinas donde se lacta mientras se revisan métricas, se crían hijos mientras se levantan rondas de inversión y donde las conversaciones sobre conciliación ya no son privadas, sino colectivas.
Al momento de emprender y hacer negocios, ya no basta con ser disruptivos. Tal como analizaremos en , la disrupción fue, sí, el motor que encendió el movimiento Fintech en América Latina, pero ese primer impulso ha evolucionado. Las Fintech han dejado de ser actores periféricos que desafiaban las reglas, para convertirse en pilares fundamentales del nuevo sistema financiero regional.
Las madres que actualmente están al frente de proyectos Fintech no solo están creando productos financieros funcionales; están reconfigurando la manera en que entendemos el éxito, desde una lógica de cuidado, sostenibilidad y propósito. Y esto no es discurso, según el Global Gender Gap Report 2023 del World Economic Forum, las empresas con mujeres en posiciones de liderazgo tienen un 20 % más de probabilidades de implementar políticas de conciliación y bienestar, demostrando que más inclusión no solo transforma la cultura, también impacta los resultados.
El 28.9 % de los puestos directivos de las Fintech mexicanas está ocupado por mujeres, reveló la VIII edición del Finnovista Fintech Radar México, publicado por Finnosummit. Esta cifra refleja una tendencia creciente en América Latina, donde ellas no solo participan, sino que lideran. En Argentina, por ejemplo, el 32 % de los cargos directivos en Fintech están en manos femeninas; en Perú, el 24.4 %; y en Chile, el 31.2 %.
En esta nueva etapa, el verdadero valor no está solo en crear soluciones tecnológicamente más sofisticadas, sino en diseñar productos más justos, más inclusivos y centrados en las personas. Y pocas experiencias revelan mejor esa necesidad de empatía y visión de largo plazo como la de las madres emprendedoras. Porque cuando una madre lidera, no solo gestiona un negocio, también orquesta tiempo, dinero y energía. No innova desde el exceso, transforma restricciones en soluciones con impacto real. ¡Qué madres!