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LUN 13/10
TDC 18.5567
MIE 10/09
INPC 141.1970
VIE 01/08
RECARGOS FEDERALES 1.47%
SAB 01/02
UMA 113.14
Una figura que ya plantea cuestionamientos sobre sus derechos y obligaciones laborales frente a las unidades económicas de las que dependen.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) puso bajo los reflectores una figura laboral que se mantuvo invisible por años, los contratistas dependientes. Aunque este tipo de trabajadores ya existe, su falta de categorización lo convertía en un ente flotante entre los trabajadores asalariados y autónomos.
¿Quiénes son los contratistas dependientes?
Las relaciones laborales son múltiples y dinámicas, que abarcan elementos como acuerdos, formas de ocupación, autonomía, y nivel de riesgo económico. Para entender dicha complejidad, la 20ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) adoptó la Clasificación Internacional de la Situación en el Empleo 2018 (CISO‑18), reemplazando la versión anterior (CISO‑93).
Según la CIET, los contratistas dependientes son trabajadores que, sin ser asalariados, dependen de una unidad económica en aspectos como organización del trabajo, ingresos o acceso al mercado. Aunque su contrato es de naturaleza comercial, no laboral. Este tipo de dependencia puede ser operativa (cómo se relaciona a la organización del trabajo), y/o económica (por medio de la fijación de precios).
Esta doble propiedad los pone en una situación híbrida: enfrentan riesgos típicos de los trabajadores autónomos, pero sin la libertad decisional de los asalariados. Hasta 2018, pasaban inadvertidos o eran mal categorizados, asignándolos entre asalariados, trabajadores por cuenta propia, trabajadores familiares auxiliares, empleadores o miembros de cooperativas.
Una categoría pequeña pero con gran impacto económico
Implementar una clasificación como la CISO no es irrelevante, requiere tiempo y recursos, así como instrumentar y probar cuestionarios. Por este motivo, la OIT desarrolló modelos de preguntas en las Encuestas de Población Activa (EPA) alineados con las normas de la CIET para identificar correctamente a los contratistas dependientes.
Con base en datos disponibles para 16 países revelan una amplia variación en la presencia de contratistas dependientes, desde apenas 0.3 % en Rusia hasta 18.9 % de la población en Tanzania. Mientras en 7 de los 16 países, el porcentaje es inferior al 5 %.
Además, se identificó que los países de ingresos per cápita alto y medio alto muestran porcentajes bajos de 2.4 % en presencia de contratistas dependientes, mientras los países de ingreso per cápita bajo y medio bajo alcanzaron cerca del 9 %.
Aunque en muchos contextos este grupo es numéricamente reducido, su dinamismo lo vuelve relevante ya que generan empleo inmediato, favorecen la inclusión socioeconómica e impacta por su flexibilidad en mercados laborales cambiantes.
¿Cuáles son los oficios y profesiones de los contratistas dependientes?
Los contratistas dependientes se encuentran en numerosos sectores urbanos y rurales, lo cuales suelen identificarse con las siguientes actividades:
- Peluquero que alquila silla y depende del salón para trabajar.
- Meseros remunerado solo con propinas.
- Trabajador a domicilio para productos de confección.
- Consultores para empresas u organismo públicos.
- Agricultor que produce bajo insumos y precios fijos que brinda una empresa.
- Trabajador de construcción subcontratado y supervisado por un contratista mayor.
- Conductor contratado por empresa de transporte bajo un contrato mercantil.
- Conductor en plataforma digital que utiliza su propio auto.
- Persona que procesa información desde casa, organizada por una plataforma digital.
En la mayoría de los países con datos, la agricultura concentra el mayor porcentaje de este tipo de trabajadores, especialmente en países de ingresos per cápita medio-bajo. En otros, destacan los sectores de comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos, transporte y almacenamiento, construcción o manufactura, lo que deja en promedio más de 10 sectores diferentes por país, en donde se encuentra esta figura laboral.
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La necesidad de los contratistas dependientes
A menudo, estos empleos emergen como alternativa frente al desempleo o subempleo, ya que son accesibles, requieren poca preparación o equipo, y pueden ocupar rápidamente a personas con una necesidad de ingresos.
Además, su vínculo con la informalidad es significativo. Antes de la CISO‑18, en contextos informales, se clasificaban como empleados informales, ahora, pueden identificarse correctamente como contratistas dependientes formales o informales, lo que mejora las estadísticas sobre informalidad y su valoración en políticas públicas.
En cuanto a indicadores laborales, la CISO propone medir aspectos como:
- Horas trabajadas: en general, los contratistas dependientes trabajan menos que los asalariados, aunque en algunos sectores pueden tener jornadas muy largas para alcanzar ingresos adecuados.
- Subestimación del tiempo de trabajo: debido a los acuerdos comerciales, sus tareas pueden incluir más actividades de lo que se mide como “trabajo productivo”, lo que genera mediciones imprecisas.
- Multiactividad: tienen mayor tendencia a tener más de un empleo comparado con asalariados.
Finalmente, los contratistas dependientes conforman un grupo particular en la frontera entre asalariados y autónomos. Su dinamismo y capacidad de generación de empleo los convierte en piezas clave en los mercados laborales globales. No obstante, su condición intermedia plantea desafíos en términos de derechos y obligaciones laborales.