Bienestar mental, ¿inversión o gasto para empresas?
Definitivamente una inversión, la clave para la retención del buen talento es la certeza de que su bienestar es una prioridad
Estudios realizados por McKinsey & Co y el reporte Gallup coinciden en que las empresas que invierten en iniciativas de bienestar mental aumentan su productividad en 12%, superan la productividad de sus competidores en un 21%, presentan mayor retorno de Inversión (ROI) de 4:1, menor rotación de personal, 30% menos ausencias, menor gasto de salud y mayor satisfacción del personal.
En consulta, a menudo me encuentro con pacientes que llegan por dolores de cabeza crónicos, fatiga extrema, síntomas digestivos o cambios en el estado de ánimo. Como médico, mi labor es hacer de detective y buscar lo que se esconde detrás. No es raro que, una vez que al investigar más, encuentre que están de alguna forma asociados a una carga de estrés sostenida desde hace tiempo, que no ha sido gestionada adecuadamente, y un agotamiento laboral que ha sobrepasado sus límites. Como profesionales de la salud, nos enfocamos en el malestar de la persona, pero a nivel corporativo también se sufre. El burnout, el ausentismo, la alta rotación y la baja productividad son las manifestaciones visibles de una crisis de bienestar mucho más profunda y sistémica.
Aunque cada vez hay mayor apertura para hablar de salud mental, aún no termina de permear el hecho de que es mucho más frecuente de lo que pensamos. Sabemos que es algo común pero no lo consideramos de alto impacto ni tan cercano a nosotros, pero la evidencia es abrumadora.
En México, 1 de cada 4 mexicanos sufre algún trastorno mental a lo largo de su vida, el 50% iniciando en la adolescencia. Hasta 42% de quienes sufren problemas de salud mental creen que no necesitan apoyo y tan solo 3% recibe atención médica especializada. En muchos casos, la tasa de abandono de los tratamientos es bastante alta por la falta de accesibilidad a servicios de salud mental.
Si analizamos estas estadísticas y si consideramos que la fuerza laboral en México es de 61.1 millones, solo podemos asumir que hay bastantes personas en un estado mentalmente vulnerable, que trabajan sin ningún tipo de apoyo, en un estado de riesgo altísimo para caer en burnout (agotamiento laboral). Esto tarde o temprano va a impactar no solo a los colaboradores, sino también a las empresas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que los trastornos mentales cuestan más de 12,000 millones de días laborales al año. A pesar de esta realidad, el modelo de salud en las empresas de México sigue rezagado. Apenas el 7% de las compañías mexicanas ofrecen seguro médico a sus empleados, una cifra muy lejana al 99% de cobertura en las grandes empresas de Estados Unidos. Esta brecha refleja un problema de fondo: la desconexión entre la salud y la estrategia de negocio.La presión laboral puede poner a prueba la salud mental de cualquiera, y en quienes ya tienen un trastorno, puede agravar los síntomas si no se atiende a tiempo.
Precisamente esta disociación es el hallazgo central de nuestro estudio, "El despertar de la salud empresarial en México". En él, encontramos una paradoja entre las visiones de los líderes. Mientras que el 65% de los directores de RRHH ya vinculan directamente los programas de salud con la productividad, permanencia y motivación de los empleados, solo el 25% de los altos directivos logra ver una conexión directa y fuerte con los indicadores de negocio. La percepción de un bajo retorno de inversión (64%) y la complejidad administrativa (31%) se presentan como las principales barreras para la inversión
Esta disociación es la razón por la que en Sofía entendimos que debíamos crear una cultura de prevención y cuidado de la salud mental dentro de las empresas, no solo reaccionar a las emergencias. Nuestro objetivo no es pagar los "platos rotos" después de un colapso, sino evitar que se rompan. La clave para la retención del buen talento es la certeza de que su bienestar es una prioridad.
Por ello, nuestro Programa de Salud Mental se diseñó con un enfoque disruptivo: ofrecer una cobertura especializada que está hecha para ser usada y aprovechada sin fricciones. La videoconsulta, por ejemplo, no es solo una función tecnológica; es una herramienta que elimina las barreras de tiempo y distancia, permitiendo a las personas conectar con psicólogos y psiquiatras de forma inmediata.
Esta accesibilidad se traduce en un dato que nos llena de orgullo: el seguro de Sofía se utiliza 10 veces más que los seguros tradicionales. Esto es un testimonio de que cuando la atención es simple y compasiva, la gente la utiliza para cuidar su bienestar de forma proactiva. Nuestro estudio reveló que un 87% de nuestros clientes considera que Sofía ofrece un seguro más completo, que integra atención preventiva, psicológica y nutricional.
El costo del estrés laboral combinado con una salud mental frágil es un fardo demasiado pesado para cualquier organización y persona. Es tiempo de dejar de ver la salud como un gasto opcional y comenzar a verla como lo que realmente es: la base para una fuerza laboral sana, productiva y comprometida. Como líder, ¿estás dispuesto a pagar el precio de la inacción o elegirás invertir en la salud de las personas que hacen crecer su negocio?