Negociación colectiva exitosa

Lleve a cabo revisiones de contrato efectivas y sin contratiempos, aplicando las recomendaciones de un experto

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 .  (Foto: IDC online)

Preámbulo

La negociación colectiva tiene la característica de ser un pacto que no es singular, sino que se trata de un acto recurrente, en donde ambas partes, patrón y sindicato, se encuentran entre sí periódicamente y por ello normalmente se conocen bien.

Como en cualquier tipo de transacción o convenio, no es lo mismo ejecutarlo con una contraparte desconocida, que hacerlo con quién ya se conoce. Esto se saca a colación porque el primer elemento para llevar a cabo una negociación colectiva efectiva, es tomar como base la historia que se ha dado previamente entre la empresa y el sindicato.

Es así que se podrían dar mil consejos, que de nada servirían si no se adecuan a la memoria de la relación entre la empresa y el gremio de subordinados. Esa es la mejor escuela.

No obstante, existen varias recomendaciones que sin duda pueden auxiliar a nuestros lectores en la obtención de una negociación colectiva efectiva.

Para un mejor entendimiento, las dividiremos en los siguientes rubros:

  • verificar y reconocer la historia de las negociaciones anteriores
  • procurar no relegar los problemas laborales del día a día hasta llegar a la negociación anual
  • ser transparentes, en la medida de lo posible, respecto de la situación de la compañía y del entorno económico
  • fijar metas claras de negociación
  • aprovechar la negociación no sólo para revisar el contrato, sino como un escaparate de las cosas que suceden cotidianamente en la organización y que sólo los colaboradores pueden saber en muchos casos
  • ser muy sensatos al momento de decidir lo que se va a otorgar, y
  • fijar metas conjuntas con el sindicato al término de la negociación

Revisar resultados de negociaciones previas

Para tener una buena relación a largo plazo, es muy importante considerar lo que ha sucedido con antelación y siempre actuar en consecuencia. Esto para:

  • no repetir, en su caso, los errores, y
  • estar preparados para dar argumentos válidos respecto de las metas o los compromisos adquiridos en negociaciones pasadas que no fue posible cumplir

Asimismo, en el supuesto de empresas que hubiesen tenido alguna huelga previamente, se deben estudiar a detalle los motivos que la originaron y evitar los desaciertos cometidos, en su caso, por los negociadores.

Además, los patrones y sindicatos pueden estar acostumbrados a manejar diferentes ?tiempos? en sus acuerdos y compromisos, los cuales deben procurarse respetar. Existen negociaciones que se hacen antes del plazo normal, otras tardan muchos días y en otras se acostumbra llegar a la última hora. Lo común será que eso se repita. Sin embargo, si se quiere evitar llegar al punto de tener el ?reloj encima?, esto tendrá que tomarse en cuenta y revisarse antes del inicio de las negociaciones.

Otro punto a considerar por el sector patronal es la posibilidad de que los representantes del sindicato sean diferentes y constantemente varíen, por tanto cuando se tenga nuevos interlocutores, es importante saber cuáles son los antecedentes laborales de estas personas y sus posibles inclinaciones al momento de negociar.

No relegar problemas hasta el día de la negociación

Una negociación colectiva se puede volver una bomba de tiempo si las organizaciones no atienden constantemente las inquietudes y los problemas que se van presentando entre éstas y los trabajadores. No es recomendable esperar un año para resolver cuestiones que se deben de resolver en el momento.

Las compañías que cometen estos errores, se encuentran con trabajadores descontentos, menos receptivos y con un menor margen de acuerdo, al momento de llevar a cabo la negociación colectiva.

En las medianas o grandes empresas, con comités sindicales realmente representativos, nos hemos encontrado con una situación importante de prever: que los interlocutores de estos organismos son colaboradores de una o dos áreas de éstas, más no de la totalidad. Esto suscita con frecuencia que cuando desean transmitir las problemáticas de sus compañeros no lo pueden hacer, pues la información llega incompleta y esto inevitablemente dificulta la resolución de los conflictos. Por ello, entre menos problemas concretos se lleven a la negociación o éstos se resuelvan con antelación, se tendrán pactos colectivos más efectivos y ágiles.

Transparencia? en la medida de lo posible

Las compañías deben siempre manejar, frente a sus trabajadores, un discurso realista y basado en puntos objetivos, sea para bien o para mal, pues de lo contrario puede ser muy peligroso salir adelante con un sindicato enfrente. No se vale manejar una argumentación de crisis y no estar actuando en consecuencia en todos los niveles de la misma. Si existe crisis, los trabajadores serán los primeros que se darán cuenta, pero si perciben una incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace, provocará un descontento y una negociación difícil.

Cuando la negociación se dé en el entorno de una situación difícil dentro de la misma compañía o por las condiciones económicas prevalecientes en el país, se debe tener una comunicación efectiva con la base trabajadora respecto de dicha situación, desde antes de la negociación, para evitar generar falsas expectativas.

Nos hemos encontrado negociaciones que se han dificultado debido al contraste entre el discurso de la organización relativo a su escenario económico, sobre todo cuando éste es adverso, y la percepción de los trabajadores respecto del mismo, no obstante que la situación es realmente difícil.

En estos casos, los representantes de las organizaciones sindicales llegan a la negociación con altas expectativas y por su parte, las empresas quieren convencer al sindicato de lo complicado de su situación financiera, cuando previamente no hubo un signo que permitiera evidenciar la misma.

Metas de negociación claras

Como en toda negociación, es de suma importancia la claridad en las metas y el saber hasta dónde se puede llegar. Es así que antes de iniciarla, se recomienda analizar el pliego de peticiones del sindicato, revisar las posibilidades y tener varias juntas entre las áreas involucradas para definir prioridades y estrategias, así como llegar con la información que respalde las posibilidades reales de negociación.

Para el tema de los números a los que se quiere y puede llegar, siempre será conveniente recurrir a parámetros objetivos no obligatorios: el incremento a los salarios mínimos, la inflación, y los resultados de las negociaciones recientes del sindicato que se tiene enfrente.

Por otro lado, en la primera junta empresa-sindicato, es fundamental ponerse de acuerdo con la clasificación de las cláusulas a revisar, las que generalmente, para efectos prácticos, se dividen en administrativas, económico-administrativas y económicas, para que en ese mismo orden y por facilidad de negociación, se vayan examinando.

En las negociaciones largas se sugiere fijar un calendario realista y dejar un buen margen de días entre la última fecha programada y la del posible estallido de la huelga.

Mostrar lo que sucede a través de la negociación

Independientemente de que la compañía tenga una comunicación fluida con su personal en el día a día, siempre habrá la posibilidad de que las juntas de negociación colectiva se conviertan en una ventana para ver los problemas tanto de su operación, como del ánimo de la fuerza de trabajo, por ello es muy buen momento para escuchar, tomar nota y resolver.

La presencia del encargado de recursos humanos es vital en las negociaciones, porque es él quien está en contacto con el personal en cada jornada laboral y además también puede ayudar a resolver las interrogantes planteadas al momento de negociar respecto de puntos concretos.

En cuanto al lugar de la negociación sugerimos, por cuestiones prácticas, se haga dentro de las instalaciones del propio centro de labores y sólo en temas en los cuales hubiesen posturas lejanas, se recurra a los buenos oficios de las Juntas de Conciliación y Arbitraje (JCA), que cuentan generalmente con conciliadores experimentados.

Fijar metas conjuntas con el sindicato

En una empresa que se precie de un buen nivel organizacional y de una óptima relación con sus subordinados, las negociaciones anuales deben ser sólo una parte de la interactividad entre la empresa y el sindicato y más allá de lo otorgado, se deben de fijar metas intermedias tanto de actividades a realizar en forma conjunta, como de los medidores del cumplimiento de los acuerdos. Esto facilitará terminar bien y llegar siempre bien armados y de buen ánimo a la siguiente negociación.

En el aspecto jurídico-formal es indispensable tener por escrito los acuerdos a los que se vaya llegando, siempre con la asesoría de un experto en cuanto al contenido de cada cláusula, y suscribir un convenio final que sea ratificable ante la JCA.

Se sugiere, por claridad futura, siempre de inmediato actualizar el contrato colectivo, integrando todo el contenido de las negociaciones.

Conclusiones

Llevar a cabo negociaciones colectivas efectivas permite a la empresa contar con un clima laboral positivo, además de evitar complicadas transacciones con los sindicatos que pudiesen desembocar en el cierre del centro de labores por el estallamiento de una huelga y con ello generar cuantiosas pérdidas económicas. Por ello, seguir estas sencillas reglas podría allanar el abrupto camino de las pláticas entre la empresa y el sindicato.