Si bien el patrón debe cumplir con su obligación de afiliar al colaborador ante el Instituto, este último es responsable de elegir la Administradora de Fondo para el Retiro
En el momento en que una persona comienza a prestar en forma permanente o eventual, a otra de carácter físico o moral o a una unidad económica sin personalidad jurídica, un servicio remunerado, personal y subordinado, cualquiera que sea el acto que le dé origen se vuelve un sujeto de aseguramiento ante el IMSS (art. 12, fracc. I, LSS).
Si bien el patrón debe cumplir con su obligación de afiliar al colaborador ante el Instituto, este último es responsable de elegir la Administradora de Fondo para el Retiro —Afore— que controlará su cuenta individual en la cual se depositarán las cuotas obrero-patronales por concepto del Seguro de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, sus rendimientos, las aportaciones sociales y de vivienda, así como los demás recursos que puedan ser aportados voluntariamente a las mismas (arts. 159, fracc. I, LSS; 3o ,fracc. III bis, Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro —LSAR—).
Cuando el asegurado desatiende su derecho y obligación de hacer la elección de su Afore, y en su cuenta se hubiesen recibido cuotas y aportaciones durante al menos seis bimestres consecutivos, su cuenta será asignada a la Administradora que hubiese registrado un mayor rendimiento neto. El proceso de asignación se realiza una vez al año conforme al calendario que determine la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro —Consar—mediante disposiciones de carácter general (arts. 176, LSS; 74 y 76, primer párrafo, LSAR).
Las Afore a las que se les hubiesen asignado cuentas individuales y que después de dos años, los asegurados no soliciten el registro en una de su elección, les caducará la asignación de su cuenta y será reasignada de nuevo a la que deje óptimos provechos (art. 76, tercer párrafo, LSAR).
La asignación y reasignación permiten que el ahorro para el retiro se mantenga en constante crecimiento en caso de no seleccionarse una Administradora.
No obstante, la Consar señala que de no optar por una administradora, se presentan las siguientes problemáticas:
- la cuenta de ahorro no poseerá los datos de identificación (Clave Única de Registro de Población —CURP— y RFC), los cuales son necesarios para tramitar una pensión, realizar retiro de recursos o solicitar un crédito de vivienda
- la Afore no:
- o tendrá actualizados los datos de contacto (domicilio, correo electrónico o teléfono), por lo que no se podrá tener todos los servicios de la Afore, como la atención personalizada a través de sus diferentes canales de contacto, y
- o enviará cuatrimestral el estado de cuenta al domicilio o correo electrónico registrados, y
- no se podrán realizar aportaciones voluntarias en la cuenta, por lo que no tendrán acceso a rendimientos competitivos que ayuden a incrementar el patrimonio y generar mayor ahorro para el retiro
En virtud de ello, es importante que los trabajadores elijan la Afore que cuidará el ahorro, de acuerdo con su conveniencia y criterio individual, la cual le genere mayores ganancias.
