Aunque los esfuerzos gubernamentales de las últimas décadas han intentado subsanar las deficiencias del sistema de seguridad social en nuestro país, sigue pendiente una reforma profunda que logre corregir las limitaciones actuales y garantizar la satisfacción de los derechos sociales de los mexicanos en el largo plazo, señala una investigación elaborada por la Dirección General de Investigación Estratégica del Instituto Belisario Domínguez (IBD).
El estudio titulado “¿Cómo avanzar en la transformación de la seguridad social en México?”, apunta que una reforma estructural del sistema de seguridad social representaría una de las decisiones más importantes de la política púbica para incidir en la desigualdad, la pobreza, la salud, la informalidad laboral y el desarrollo económico, si se instrumentan estrategias articuladas con las políticas fiscal, laboral y de salud pública.
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El IBD explica que una reforma profunda al sistema de seguridad social implicaría, de facto, una transformación del sistema de salud pública, debido a su vinculación institucional y a la necesidad de otorgar servicios básicos de salud de manera universal.
El Instituto advierte que la expansión de la cobertura y de las prestaciones y servicios públicos asociado a una reforma al sistema de seguridad social, tendría un impacto presupuestal importante, que requeriría una reforma al sistema fiscal para garantizar las fuentes de financiamiento.
El IBD apunta que es importante que con estos primeros esfuerzos se abra la posibilidad de establecer una estrategia más amplia que permita construir, en el largo plazo, el sistema de seguridad social universal que se necesita en México.