Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, esta obligada a proporcionar a los trabajadores habitaciones cómodas e higiénicas (art. 123, fracc. XII, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos)
Este deber se cumple mediante las aportaciones que el patrón efectúa al Infonavit, las cuales tienen el propósito de constituir depósitos en favor del subordinado y establecer un sistema de financiamiento que le permita obtener un crédito barato y suficiente para que adquieran en propiedad tales habitaciones. Tal contribución es del 5 % sobre los salarios base de aportación de los trabajadores a su servicio (arts. 136, LFT y 29, fracc. II, Ley del Infonavit).
El entero de este concepto permite a los colaboradores hacerse acreedores de un préstamo hipotecario y así incrementar su patrimonio familiar.
Finalmente, debe recordarse que si bien la idea constitucional es que los subordinados adquieran una vivienda, actualmente, el empréstito otorgado por el Infonavit pueden utilizarlo para: comprar, construir, ampliar o remodelar, o pagar una hipoteca.