Falso que la tendencia sea eliminar las Afores: Fiap

La crisis financiera y económica de 2008 hizo dudar a los trabajadores si los fondos de pensiones cumplirán sus promesas

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La Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (Fiap) aseguró que los dichos respecto a que hay una tendencia en Europa y algunos países de Latinoamérica de volver al sistema de reparto y eliminar el de capitalización individual es falso, además de que las naciones que pasaron en este sentido, no mejoraron las pensiones de sus ciudadanos. 

El organismo aseveró que los países con sistemas de reparto comienzan a adoptar mecanismos de capitalización para aliviar los déficits fiscales que enfrentan, y a la opinión casi unánime de los expertos, no ha sido obstáculo para que sectores con un evidente propósito ideológico, vean una oportunidad para reinstalar, aunque sea parcialmente, sistemas de reparto. 

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Karol Fernández coautora del estudio “Reversiones: Mientras Europa avanza hacia la capitalización individual, en América Latina algunos proponen volver al reparto”, afirmó que los argumentos con los que en naciones como la Argentina en dónde “por cuestiones políticas” se regresó al sistema de reparto, no tenían sentido.

“Dichas reversiones se dieron particularmente en los países de Europa Central y del Este, que, como veremos a continuación, tras su incorporación a la Unión Europea debieron cumplir estrictas exigencias en cuanto al nivel de déficit fiscal, por lo que no tuvieron capacidad de afrontar el costo de la transición del antiguo sistema de reparto hacia el de capitalización individual”, subrayó en el informe. 

Consecuencias de quiénes regresaron 

Las reversiones de los pilares de capitalización individual en ECE tuvieron muchas consecuencias, tanto para los trabajadores, los sistemas de pensiones, los mercados de capitales y las finanzas públicas, las que se revisan a continuación. 

Las consecuencias para los trabajadores fueron básicamente dos: primero, la reducción (o eliminación) del pilar de capitalización individual tiene un impacto en sus pensiones futuras, que se financiarán en mayor medida con los sistemas obligatorios de reparto. Segundo, hay una pérdida de confianza general de los trabajadores hacia las instituciones financieras, como los fondos de pensiones y los fondos de inversión. 

Otra consecuencia importante de las reversiones es la creciente falta de confianza hacia las instituciones financieras, particularmente los fondos de pensiones privados. La crisis financiera y económica de 2008 hizo dudar a los trabajadores si los fondos de pensiones cumplirán sus promesas, si administraban los fondos teniendo en cuenta los mejores intereses de los trabajadores y futuros pensionados, y si obtendrían pensiones adecuadas.

Las mentiras que no hay que creer 

Fernández explicó que las justificaciones se sustentaron en variables que nada tienen que ver con el sistema pensionario, sino con cuestiones del Estado como lo es el nivel de inclusión, que más que ser culpa de las administradoras, tiene que ver con la formalización del empleo. 

Por otro lado, destacó que no se puede probar la eficacia de alguno con los resultados a corto plazo, pues se trata de inversiones cuyos rendimientos son aprovechados después de muchos años. 

En ese sentido aclaró que las minusvalías que se reportaron en “todas las administradoras a nivel global” responden a un contexto adverso, pero que eventualmente se recuperarán sin afectar el patrimonio de los trabajadores.