Néstor de Buen Lozano en el Diccionario Jurídico sobre Seguridad Social, editado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, señala que la seguridad social puede apreciarse desde un punto de vista genérico, que comprende la prevención y el remedio de toda clase de riesgos sociales, o bien como una etapa en la marcha ascendente de la previsión social en la que la contribución personal deja de ser condición para obtener los servicios, y resalta como punto de partida la necesidad.
Para la Organización Internacional del Trabajo —OIT—es la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia.
De hecho, este mismo organismo en su Recomendación sobre los pisos de protección social, 2012 indica que la seguridad social es un derecho humano; una necesidad económica y social para el desarrollo y el progreso; una herramienta importante para prevenir y reducir la pobreza, la desigualdad, la exclusión e inseguridad social para promover la igualdad de oportunidades, la igualdad de género y la igualdad racial y para apoyar la transición del empleo informal al empleo formal.
Asimismo, es una inversión en las personas que potencia su capacidad para adaptarse a los cambios de la economía y del mercado de trabajo, y que los sistemas de seguridad social actúan como estabilizadores sociales y económicos automáticos, ayudan a estimular la demanda agregada en tiempos de crisis y en las etapas posteriores, y ayudan a facilitar la transición hacia una economía más sostenible.
Por su parte, el numeral 2o. de la LSS prevé que la seguridad social tiene como fin garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia, y los servicios sociales para el bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado.
De todo lo anterior se infiere que la seguridad social es un derecho que salvaguarda no solo la salud del trabajador y su familia, sino también los medios de subsistencia; es decir, asiste cuando alguna enfermedad impide temporal o permanentemente, que el subordinado continúe ejerciendo su actividad productiva, pero incluye además un conjunto de servicios sociales y de beneficio colectivo orientado a mejorar el bienestar del asegurado y sus beneficiarios.
