Desde que el gobierno decidió la eliminación del seguro popular y la puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) la cobertura de salud pública se ha deteriorado, de hecho, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 (ENSANUT), reveló que del 20% de entrevistados que señalaron haber tenido una necesidad de salud, el 87% fue atendido, pero solo el 40% a través de instituciones públicas de salud.
En ese sentido, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) refirió que entre 2018 y 2020, 15.6 millones de personas se quedaron sin servicios de salud, y eso en un momento tan complejo como fue el inicio de la crisis sanitaria por Covid-19.
Asimismo, en el periodo, el gasto de los hogares en salud se incrementó 40.5%, después de que en el bienio 2016-2018 tuvo una disminución de 0.9%, según se reporta en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) del INEGI.
La ENSANUT confirma la dinámica del gasto de bolsillo antes señalada en la ENIGH. Específicamente, el gasto promedio de bolsillo en atención médica fue de 150 pesos y en medicamentos de 450 pesos, lo que significó un incremento de 50% en ambos casos respecto a la ENSANUT de 2018-2019. En materia de análisis clínicos, el incremento fue de 55.4% al elevarse a 777 pesos.
"Al no tener cobertura y ante la escasez de medicamentos que ha sido evidente en los últimos años en los hospitales y clínicas públicos, muchas familias de bajos ingresos tuvieron que hacer frente a sus necesidades médicas con su “gasto de bolsillo” con el daño que esto implica en su economía. Su situación financiera se deterioró en el peor de los momentos para muchos que vieron afectado su empleo en el confinamiento", destacó.
En este contexto, la encuesta referida señala que el 69.2% de la población que se atendió por Covid-19 acudió a los servicios privados, lo que confirma la deficiencia de los servicios públicos. De hecho, únicamente el 38% de los afiliados al IMSS y el 25% al ISSSTE se atendieron según su derechohabiencia. Más aún, solo el 14% de la población carente de seguridad social se atendió en clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud.
"Los resultados de la ENSANUT 2021 son contundentes al mostrar el grave problema que enfrenta el país en materia de salud. El fortalecimiento del sistema de salud es a todas luces una prioridad de la política social que no debería descuidarse como lo reflejan los resultados de las encuestas ENIGH y ENSANUT. Las consecuencias son la deficiente formación de capital humano y de manera muy regresiva. Es decir, claramente afectan a los segmentos de menores ingresos", advirtió el CEESP.
No obstante, lamentó, la mejora de la situación no parece ser una prioridad de la administración. Preocupa que las autoridades no parecen dar la importancia que en otras latitudes se da al esparcimiento de la viruela símica. Entre muchos países de bajo desarrollo, en México hay evidencia de muy pocos casos hasta la fecha.
"Preocupa que, al tiempo que se conocen los resultados hasta ahora de la gestión de la salud pública, la autoridad sanitaria acuse a los consultorios de las farmacias privadas de incompetencia y abuso", recalcó.