TLC de México y China, ¿conveniente?
Incorporar el mercado chino al país podría incrementar el déficit comercial y afectar a industrias mexicanas: estudio
Comercio Exterior
Ante la incertidumbre del sector exportador mexicano por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un Acuerdo de Asociación Económica con China podría ser una oportunidad de profundización de la relación comercial con México.
Un estudio realizado por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques llamado “China y México: Oportunidades y obstáculos en su relación comercial en vías de un Tratado de Libre Comercio (TLC) o un Acuerdo de Asociación Económica (AAE)”, refirió que se debe avanzar con cautela en el establecimiento de un acuerdo debido a que “abrirles el mercado repentinamente podría incrementar el déficit comercial y, con ello, una afectación de las industrias mexicanas”.
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Por lo anterior, en el caso de la relación y la intención de celebrar un TLC “es factible iniciar un mecanismo como el Acuerdo de Asociación Económica México-Japón (AAEMJ) (…) el cual ayudó a los productos mexicanos a penetrar al mercado japonés mediante accesos preferenciales, cupos; así como a través de la articulación de la demanda y oferta exportable de nuestro país”.
De esta manera se podría administrar y controlar el déficit comercial y proteger los sectores nacionales que podrían ser afectados ante la entrada del mercado chino, “pues no se puede negar la importancia de esta nación en el contexto de las relaciones económicas internacionales”.
En ese sentido, recomendó profundizar la relación en una primera fase con un AAE y posteriormente la determinar una ruta comercial con un Acuerdo de Libre Comercio; es decir, es aconsejable definir una ruta crítica comercial con cuotas a productos chinos en los sectores mexicanos donde existe mayor riesgo o vulnerabilidad.
Con ello, una política pública y una asesoría competitiva de organismos gubernamentales y no gubernamentales permitirían una preparación ante una competencia bajo un esquema de libre comercio, pues de no hacerlo “se condenaría a una gran cantidad de empresas pequeñas y medianas a su quiebra, lo que además de presiones empresariales de las cámaras comerciales, provocaría presión social con el aumento de la tasa de desempleo”, sentenció.