(Reuters) Compradores mexicanos importaron diez veces más maíz de Brasil en 2017 que en el año previo, mientras crecen las preocupaciones de que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pueda afectar el suministro desde Estados Unidos, según datos gubernamentales y de grandes comerciantes de granos.
México se encamina a comprar más maíz brasileño en 2018, lo que podría perjudicar aún más al agobiado sector agrícola estadounidense que lucha con los bajos precios de los cereales y la creciente amenaza competitiva de América del Sur.
Agricultores, procesadores de alimentos y comerciantes de granos de Estados Unidos pasaron meses tratando de evitar que los acuerdos y las relaciones comerciales se rompan si el TLCAN se acaba.
Estos actores están tratando de proteger más de 19,000 millones de dólares en ventas a compradores mexicanos, desde maíz y soja hasta productos lácteos y aves de corral.
Pese a sus esfuerzos, los envíos de maíz sudamericano a México van en aumento. Compradores mexicanos importaron más de 583,000 toneladas métricas de maíz brasileño en 2017, un alza del 970% respecto al año anterior, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de México.
México ha sido durante mucho tiempo el primer importador de maíz de Estados Unidos y es su segundo mayor comprador de soja. Pero los mexicanos están cambiando al maíz brasileño para reducir la dependencia de décadas en los suministros para molinos y en la alimentación de ganado.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, alentó el año pasado a los principales compradores de cereales del país a explorar el maíz sudamericano para fortalecer su posición en la mesa de negociaciones del TLCAN, señalando que el país necesitaba un “plan b” en caso de que Washington se retirara del acuerdo comercial.
Precios más baratos impulsaron algunas de las compras de maíz brasileño, pero en otros casos, los compradores mexicanos incluso pagaron más por el grano de Brasil que por el estadounidense, dijeron ejecutivos y comerciantes a Reuters.
Las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México también subieron pese al aumento del flujo proveniente de Brasil por la necesidad de México de compensar el impacto de una sequía en la producción local del grano.
Las importaciones mexicanas de maíz de Estados Unidos se elevaron un 6.6%, según datos del Departamento de Agricultura. México compra muchísimo más maíz a Estados Unidos que a Brasil: en 2017 la cantidad fue de 14.7 millones de toneladas, según datos del gobierno estadounidense.
El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, dijo el jueves que no ve una amenaza de Brasil a las ventas de maíz a México debido a que su país tiene la ventaja de cercanía y logística.
“Tenemos una tremenda ventaja logística para vender a México, con líneas férreas directas desde las áreas de maíz hacia México. Creo que sería muy difícil para Brasil competir”, dijo Perdue en un foro agrícola en Arlington, Virginia.
Agricultores perjudicados si TLCAN se acaba
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha dicho que abandonará el TLCAN si no puede negociar términos más favorables para Estados Unidos con Canadá y México. La próxima ronda de conversaciones es a finales de mes.
El fin del TLCAN, dicen grupos agrícolas y comerciales, llevaría a un alza en los aranceles a los granos, perjudicando a un importante grupo de electores que llevó a Trump al poder. Durante su campaña, el republicano prometió a las comunidades agrícolas que la agricultura se beneficiaría de su presidencia.
La portavoz de la Casa Blanca Lindsay Walters dijo que la administración de Trump aspira a aumentar en el TLCAN el acceso de los productos agrícolas estadounidense al mercado. La agricultura de Estados Unidos “generalmente ha tenido buenos resultados bajo el TLCAN”, admitió Walters, pero “hay más trabajo por hacer”.
Grupos agrícolas de Estados Unidos lucharon por mantener sus ventajas comerciales desde que Trump asumió el poder, deseosos de retener el acceso libre o de bajos aranceles cuando comercian con México, Canadá y otros países.
La mayoría de las grandes empresas agrícolas y grupos comerciales dedicados al suministro de alimentos básicos están a favor del TLCAN. Pequeños agricultores han sido más críticos en su lucha por competir con algunas importaciones más baratas.