Moody’s Investors Service consideró que será limitado el impacto económico y en la inflación que tendrán para México los aranceles que impuso a una serie de productos importados de Estados Unidos.
La calificadora internacional de riesgo crediticio refirió que esta medida surge a partir de la decisión que tomara Estados Unidos de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de México y Canadá, sus socios del TLCAN, así como de la Unión Europea.
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En un reporte, estimó que el impacto económico de los aranceles de México para Estados Unidos será negativo, pero marginal.
Señaló que las exportaciones de este país hacia México por un monto de hasta 24 mil millones de dólares se verían afectadas por los nuevos aranceles mexicanos, representando un poco más de 0.1% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos.
En tanto, el impacto económico para México también será limitado, y si bien los aranceles incrementarán los precios de esos bienes importados, el impacto en la inflación será menor, agregó.
“Aunque los aranceles aplicados a las importaciones de Estados Unidos contribuirán a aumentos de precios de algunos productos, el efecto inflacionario menor no debería descarrilar la tendencia desinflacionaria en curso de los últimos meses”, subrayó.
Además, los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero y aluminio mexicanos no afectarán de manera importante la economía de México, pues las exportaciones de acero representan únicamente 1.6% del total, mientras las de aluminio representan 0.3%.
Sin embargo, advirtió Moody’s, las nuevas tarifas arancelarias de Estados Unidos y las medidas de represalia de México, combinadas con medidas similares anunciadas por Canadá y la Unión Europea pudieran dar paso a barreras comerciales más importantes y disruptivas.
Estos acontecimientos son negativos para el perfil crediticio de México y podrían afectar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dando lugar a nuevas demoras en las negociaciones y aumentar la probabilidad de una disolución del acuerdo.
Si las negociaciones se posponen o finalmente fallan, el acuerdo original del TLCAN podría mantenerse, pero el acuerdo se convertiría en una versión desfigurada del original con aranceles en sectores específicos, previó.
