Conoce cuáles podrían ser los puntos de presión de EUA a México, entre otros datos relevantes para analizar si el país está preparado para la revisión anticipada
La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) estaba prevista para cuando este cumpliera 6 años después de haber sido implementado (1 de julio de 2026), con el objetivo de analizar su funcionamiento y, a partir de este análisis, determinar si se extiendería su vigencia otros 16 años. Sin embargo, dada esta fecha clave y la intención de EUA de iniciar consultas públicas en octubre de 2025, se ha planteado la posibilidad de una "revisión anticipada".
De acuerdo con un comunicado lanzado por Monex, conforme a la Ley de Implementación del T-MEC de EUA, el Representante Comercial de dicho país (USTR) debe iniciar consultas públicas el 4 de octubre de 2025, 270 días antes de la revisión trilateral. Asimismo, el 3 de enero de 2026, 180 días antes, el USTR presentará un informe al Congreso estadounidense con su evaluación, recomendaciones y postura sobre la posible prórroga del T-MEC.
Mientras EUA sigue el calendario legal establecido para sus consultas públicas de octubre, México, a pesar de carecer de un mecanismo formal similar, ya ha comenzado reuniones preparatorias con el sector privado y cámaras empresariales.
Revisión anticipada partiría con tensiones comerciales
En marzo de 2025, Trump impuso aranceles generales del 25.0% a México y Canadá. Posteriormente, exentó de esta medida a los productos que cumplieran con las reglas de origen del T-MEC.
A pesar de esta exención, el sector exportador mexicano se ha visto severamente afectado. Según datos de Monex, en 2024, el 51.1% de las exportaciones de México a EUA no cumplieron con el tratado.
Asimismo, Trump decretó aranceles del 25.0% al sector automotriz, ofreciendo a México y Canadá la opción de que dicho arancel se aplicara solo sobre el valor de contenido no estadounidense. También mantuvo tarifas del 50.0% al acero y aluminio mexicanos, al igual que al resto de países.
Estas acciones fueron justificadas por el mandatario bajo dos argumentos principales:
México se aprovecha de EUA y la relación bilateral es injusta
China utiliza a México como vía de acceso al mercado estadounidense
Esta justificación surge tras el déficit de 171.8 mil millones de dólares que la balanza comercial de EUA exhibió con México en 2024, el segundo más alto después de China y equivalente al 14.3% del total.
El comunicado destaca que, debido a la insistencia de Trump en que la imposición de los aranceles “incentivará” a las empresas estadounidenses a repatriar sus fábricas desde México -”favoreciendo” así al empleo y a la inversión-, el T-MEC podría convertirse de nueva cuenta en una “herramienta estratégica para promover la agenda proteccionista” del mandatario -a pesar de haber sido quien negoció e impulsó originalmente el Tratado-.
¿Cuáles podrían ser los factores mediante los que EUA podría ejercer presión en la revisión del Tratado?
La firma Monex identificó las áreas clave que podrían fungir como puntos de presión:
endurecimiento de las reglas de origen para fortalecer la integración regional
inclusión de reglas sectoriales para limitar la presencia de China en el mercado norteamericano
ajustes al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida para reforzar su alcance o aplicación
modificaciones en disposiciones laborales, especialmente en salarios
incorporación de cláusulas para reforzar la certeza jurídica de las inversiones
A continuación, te explicamos más sobre cada una.
Endurecimiento de las reglas de origen para fortalecer la integración regional
Un aspecto de vital importancia en la próxima revisión del T-MEC, es el posible cambio a los requisitos de contenido regional aplicables a las mercancías exportadas.
El tratado estipula reglas de origen para clasificar un producto como "norteamericano" y así calificar para los beneficios arancelarios. Por ejemplo, el sector automotriz debe alcanzar un Valor de Contenido Regional (VCR) del 62.5% al 75.0%, según el componente y tipo de vehículo (ligero, pesado o de pasajeros). No obstante, gran parte de las exportaciones mexicanas incluyen insumos de fuera de la región, principalmente de Asia, lo que, según EUA, menoscaba el objetivo principal del tratado: fortalecer la integración regional.
A este respecto, es posible que EUA proponga el incremento de los umbrales de contenido regional (como por ejemplo, hasta el 85% en sectores estratégicos) con el objetivo de asegurar que una mayor proporción del valor agregado se genere dentro de América del Norte. Además, podrían establecerse parámetros para que ciertos sectores cumplan con un mínimo de contenido estadounidense.
Efectos a corto plazo del incremento
A corto plazo, esto significaría ciertos retos para el sector mexicano de exportaciones, puesto que muchos insumos intermedios no se fabrican de manera local o, en caso de que sí, lo hacen a precios más elevados.
Como resultado, las empresas se verían obligadas a reconfigurar sus cadenas de suministro, lo que podría aumentar los costos de producción y reducir su competitividad. No obstante, a mediano y largo plazo, a medida que las empresas se adapten y fortalezcan en sectores donde antes tenían poca presencia, es posible que se observe un incremento sostenido en la producción y el empleo.
Un ejemplo claro es el de la industria automotriz en México: previo a la implementación del TLCAN en 1994 (antecedente del T-MEC), los costos eran altos, pero con el tiempo, México se estableció como un líder mundial en este sector.
Inclusión de reglas sectoriales para limitar la presencia de China en el mercado norteamericano
El boletín publicado por Monex continúa enfatizando que, debido a la guerra comercial inicial entre EUA y China, la cuota de mercado del gigante asiático en las importaciones estadounidenses disminuyó del 21.5% en 2017 al 13.4% en 2024. Esto permitió a México convertirse en el principal socio comercial de EUA, aumentando su participación del 13.5% al 15.5% en el mismo lapso.
Este crecimiento en las importaciones mexicanas se debe, en gran parte, al nearshoring. Cientos de empresas transnacionales, incluyendo compañías chinas, han reubicado sus cadenas de suministro, trasladando operaciones a países cercanos al mercado estadounidense. El objetivo es mitigar los efectos de las tensiones geopolíticas y comerciales.
En este escenario, EUA ha manifestado su preocupación por la triangulación comercial de China, que, según argumenta, utiliza indirectamente el T-MEC para continuar exportando al mercado estadounidense. EUA sostiene que México ha sido demasiado indulgente al no establecer controles estrictos sobre las importaciones de insumos y componentes chinos que se ensamblan o reexportan a EUA.
Ante un posible endurecimiento de las reglas de origen, EUA podría requerir condiciones adicionales de trazabilidad en sectores estratégicos o incluso demandar que México establezca aranceles espejo a productos chinos, con lo que se buscaría evitar ventajas competitivas desleales. Dicha medida tendría un impacto importante en industrias como la automotriz, la electrónica y semiconductores, donde México es dependiente de componentes esenciales que provienen de Asia, especialmente China.
Participación de China en el valor agregado de las exportaciones mexicanas
Un reporte de la Comisión de Comercio Internacional de EUA (USITC) destaca un aumento en la participación de China en el valor agregado de las exportaciones mexicanas, pasando del 2.4% en 2013 al 4.3% en 2020. Este crecimiento se atribuye al incremento en las importaciones de partes y componentes para la manufactura local. En este lapso, China se posicionó como el tercer mayor proveedor de contenido en las exportaciones mexicanas, superando a Canadá y solo por detrás de EUA.
Este fenómeno es consecuencia de una mayor inversión china en México. En 2023, México captó 14 nuevas inversiones chinas, sumando aproximadamente 8,500 millones de dólares, principalmente en el sector de autopartes. Además, el 59.0% de la inversión total china en el sector electrónico en la última década se registró entre 2019 y 2023. La USITC señala que esta tendencia facilita a las empresas chinas el ensamblaje de productos con alto contenido chino en México para su exportación a EUA, beneficiándose de aranceles mexicanos menos restrictivos que los aplicados directamente a China, una situación que EUA busca rectificar.
Posible propuesta para adoptar sistemas de trazabilidad digital obligatorios
De acuerdo con Monex, existe otra propuesta que podría hacer Estados Unidos, que consiste en adoptar sistemas de trazabilidad digital obligatorios, como plataformas alojadas en códigos QR, blockchain industrial o registros electrónicos certificados, que brinden la posibilidad de rastrear en tiempo real el origen y la ruta de cada insumo, empezando por su manufactura hasta llegar a su ensamblaje final.
EUA incluso podría condicionar el acceso preferencial del T-MEC a la adopción en México de medidas espejo; es decir, la aplicación de los mismos aranceles a los que, desde Washington, se le han impuesto a los productos de China, con el propósito de evitar que insumos o mercancías con ese país de origen entren indirectamente al mercado estadounidense a través de México, evadiendo así los gravámenes estadounidenses.
Durante 2024, Canadá implementó aranceles del 25.0% sobre las importaciones de acero y aluminio de China, con el fin de salvaguardar su industria doméstica. Simultáneamente, México impuso aranceles por un periodo de dos años, oscilando entre el 5.0% y el 50.0%, a 544 fracciones arancelarias de productos originarios de naciones sin acuerdos de libre comercio con México.
Esta medida impactó especialmente las importaciones chinas de acero, aluminio, textiles, calzado, plásticos y componentes electrónicos. El gobierno mexicano justificó el decreto como una acción para prevenir distorsiones económicas que pudieran obstaculizar la relocalización de sectores estratégicos nacionales.
Ajustes al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) para reforzar su alcance o aplicación
¿En qué consiste el MLRR?
Es una herramienta global única, diseñada para proteger los derechos de libertad sindical y negociación colectiva en los centros de trabajo cuyas actividades estén ligadas al comercio entre los países miembros del T-MEC.
Su implementación fue una condición esencial para la concreción del tratado. A diferencia de otros mecanismos internacionales, el MLRR permite imponer sanciones directas sobre los bienes o servicios de la empresa señalada, abarcando desde aranceles hasta la prohibición de importar los productos involucrados, sin afectar a industrias completas.
El mecanismo se activa con el simple indicio de una violación a estos derechos, recayendo en el país acusado la responsabilidad de presentar pruebas que refuten la acusación. En caso de establecerse un panel, este se conforma por tres árbitros imparciales facultados para realizar visitas a la planta involucrada, recabar pruebas adicionales y resolver la disputa.
Desde que entró en vigor el T-MEC, México ha sido el principal destinatario de casos presentados bajo el MLRR (conformando un total de 37), en donde se han visto involucradas empresas como General Motors en Silao, Panasonic en Reynosa o Goodyear en San Luis Potosí. A pesar de esto, la cifra es modesta en comparación con la magnitud del mercado laboral mexicano, lo que sugiere que el MLRR es un instrumento subutilizado.
Cambios que se solicitaron a este mecanismo
El Rethink Trade, en colaboración con 683 sindicatos de Estados Unidos, México y Canadá, ha presentado el documento "Workers' Demands for the 2026 T-MEC Review". Este documento propone varias modificaciones al mecanismo, entre ellas:
ampliar la cobertura del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) a todos los sectores laborales, en lugar de limitarlo a los prioritarios (automotriz, acero y minería)
reducir el tiempo de respuesta para las quejas laborales
permitir que los trabajadores presenten denuncias directamente, sin la necesidad de intermediación gubernamental
establecer un registro público de las empresas investigadas y las resoluciones correspondientes
aumentar el alcance de las sanciones comerciales
Aunque en el corto plazo estos cambios implicarían retos importantes para México (mayor presupuesto público para inspectores, peritos y logística transfronteriza), un robustecimiento del MLRR mejoraría las condiciones laborales para los trabajadores en México, y enviaría una señal clara de compromiso con los estándares internacionales, lo cual resulta especialmente atractivo para los inversionistas que priorizan los criterios ESG.
En el actual contexto de nearshoring, proyectar una imagen sólida en materia de respeto a los derechos laborales podría posicionar a México como un destino preferente para inversiones de mayor valor agregado.
Modificaciones en disposiciones laborales, especialmente en salarios
En marzo, acorde con información de Monex, se le hizo llegar a Trump una serie de propuestas a considerar en el marco de la revisión del Tratado, entre las que destaca la determinación de un “salario mínimo en toda América del Norte”, específicamente para trabajadores en el sector manufacturero, destacando industrias clave como la automotriz. Estas propuestas fueron enviadas por un grupo de 58 legisladores y su argumento central es que “un alza salarial contribuiría a reducir los incentivos para la deslocalización de empleos desde EUA hacia México”.
Por años, se ha señalado a la industria automotriz por padecer de rezago en sus niveles salariales. Hoy en día, un trabajador de esta recibe en promedio cerca de $5 USD. Esto difiere de los criterios del T-MEC, los cuales estipulan que para la exención arancelaria, entre el 40.0% y el 45.0% del valor de un vehículo debe ser producido con un salario superior a $16 USD por hora.
Incorporación de cláusulas para reforzar la certeza jurídica de las inversiones
Es probable que la próxima revisión del tratado ponga de manifiesto la necesidad de fortalecer las garantías legales para la inversión extranjera directa. La reciente reforma judicial en México (2024) ha suscitado inquietudes acerca del Estado de derecho y la autonomía institucional, lo que acentúa la relevancia de este aspecto. Esto, bajo la perspectiva de Monex.
La firma también considera que es de esperar que Estados Unidos y Canadá impulsen una mejora en los mecanismos del tratado para salvaguardar a sus empresas de posibles repercusiones por cambios regulatorios. Esto podría materializarse en una expansión o un endurecimiento de los capítulos relacionados con la inversión, la resolución de disputas y el trato nacional, además de una supervisión más estricta sobre los marcos regulatorios internos.
Aunque México ha reafirmado su compromiso con las obligaciones internacionales, la percepción de una menor predictibilidad en el ámbito jurídico podría ser empleada por sus socios comerciales como justificación para demandar mayores garantías en el acuerdo.
El comunicado concluye destacando que, a pesar de los posibles desafíos a corto plazo (como mayores requisitos aduanales y costos de producción) que podrían surgir de los cambios propuestos al T-MEC, estos también ofrecen importantes oportunidades para la economía mexicana. Al ocupar la cuota de mercado que dejen las empresas asiáticas debido a políticas proteccionistas, las empresas mexicanas podrían aumentar su producción, utilidades y creación de empleo, superando los costos iniciales.
Además, los ajustes al MLRR y una mayor certeza jurídica fomentarían el nearshoring y el "Plan México", mejorando el ambiente de negocios. Por lo tanto, la revisión del T-MEC debería considerarse una noticia positiva que disipa la incertidumbre y fortalece la integración comercial regional.
Fechas que se tienen previstas para revisiones del T-MEC