México podría abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si en la renegociación planteada por Trump el país no tiene claros beneficios, dijo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
"Si no hay claros beneficios (...) no tiene sentido quedarnos", dicho acuerdo fue firmado en 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá; sin embargo, la renegociación tocará los pactos bilaterales con los miembros del TPP.
En ese sentido, se presentaron diversos puntos de vista entre los que destacan los siguientes.
Fondo Monetario Internacional (FMI)
El inicio de discusiones formales para la renegociación del TLCAN podría disminuir la incertidumbre que gira en torno a la política comercial de Estados Unidos.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, señaló que el único país donde el efecto de esta incertidumbre sobre las políticas comerciales se ha materializado en los pronósticos del organismo es el caso de México.
“En la medida en que no solo se anuncie que comienza la negociación, sino que también se vaya generando mayor información sobre las dimensiones sobre las cuales se va a estar negociando, muy probablemente esta incertidumbre disminuya (…) con ello, los agentes económicos tendrán mucho más claro cómo les impactará y cómo manejarla, y en ese sentido el efecto sobre la inversión podría mitigarse”.
Consultores Internacionales S.C. (CISC)
El organismo mencionó que México tiene una gran oportunidad para enmendar los errores del pasado que limitaron el desarrollo, pues es una prueba para el país y una oportunidad para enfocarse en sus fortalezas internas y de generar una política exterior de diplomacia que utilice todos los recursos de México (internos y externos) para negociar.
“Hoy tenemos la posibilidad de generar políticas de largo plazo, de generar los valores de ética y honestidad que requerimos como país, de generar justicia y terminar con la corrupción e impunidad; es el único camino que tenemos, no hay que asustarnos, hay que enfrentarlo con valentía y actuar con normalidad para obtener resultados”.
Desde hace más de tres décadas, México apostó por la globalización con un método que pensó que nunca cambiaría; sin embargo, “la globalización no desaparecerá, solo se vivirá un periodo de cambios generando un panorama más turbulento en lo económico, aunado a la incertidumbre y la desaceleración y el riesgo para los flujos de capital, el empleo y la integración productiva".
Además consideró que la situación mexicana llevó al país a una apertura indiscriminada pasando de ser una nación exportadora y dependiente del petróleo a una centralizada en las manufacturas, con fuerte énfasis en la industria automotriz, quedando corto en la capacidad de administrar la riqueza petrolera y con un creciente nivel de importaciones manufactureras (80%) y la concentración de exportaciones a EU.
“México encumbró el concepto del Tratado de Libre Comercio sin reparar que se requeriría acciones paralelas internas como no caer en la monoproducción de automóviles y contar con una política industrial flexible con diversificación de mercados”.
Los industriales mexicanos
El dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega, respaldó los principios de los objetivos planteados por el presidente mexicano para la negociación de la apertura al TLCAN, así como es necesario establecer un blindaje productivo en el país.
“Los industriales coincidimos en el mensaje expresado por el presidente de la República, pero insistimos que, además del proceso negociador que se emprenda con EU y Canadá, México necesita profundizar el trabajo para priorizar las acciones que deriven en un blindaje productivo”.
Por ello, el organismo sugirió las siguientes acciones:
- otorgar especial atención a la integración del contenido nacional y la modernización e integración de las pequeñas y medianas empresas (pymes),
- promover el consumo de los productos hechos en México
- crear políticas públicas que permitan aprovechar el potencial creativo y productivo
- impulsar la competitividad y fortalecimiento de las actividades productivas en cada región y sector
- elevar los proyectos productivos de infraestructura y las compras gubernamentales
- incremento a fuentes de financiamiento y garantías de la banca de desarrollo hacia las pymes
- aplicar una reducción de hasta 30% en los costos administrativos de las empresas
Con información de Notimex y Expansión.