Clabe, aliada para pagos y depósitos

El banco tiene la obligación de proporcionarla y no se debe tener ningún temor en hacerlo, pues solo sirve como referencia a la cuenta y no es un NIP o llave de acceso

 .  (Foto: Getty)

Valeria Torres

La Clave Bancaria Estandarizada se trata de una referencia para realizar transferencias interbancarias entre cuentas, sin necesidad de mover el dinero en efectivo o cheque.

Mejor conocida como Clabe, es usada para realizar transferencias interbancarias, ya sean electrónicas o transferencias vía Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI).

También es utilizada para pagar automáticamente servicios como el teléfono, agua, luz, entre otros, con cargo directo a una cuenta de cheques o a la tarjeta de débito a través del servicio “Domiciliación de pagos”.

La Clabe está compuesta por 18 dígitos, de los cuales seis corresponden a la información del banco y sucursal en cualquier lugar de la República, 11 al número de cuenta a quien se le deposita y el último es un dígito que confirma que los datos son correctos entre sí.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) destacó que con ella, en lugar de tener que acudir al banco de la persona a la que se le va a depositar, basta con que esa persona proporcione su Clabe.

El organismo refiere que de tal forma se podrá solicitar al banco, ya sea a través de Internet o en ventanilla, que haga la transferencia de los fondos a esa Clabe, sin importar en qué banco o estado esté localizada la cuenta.

El banco tiene la obligación de proporcionarla y no se debe tener ningún temor en hacerlo, pues sólo sirve como referencia a la cuenta y no es un NIP o llave de acceso.

Asimismo, recomienda considerar el cobro de comisiones, ya que varía de una institución a otra, y es importante tomar en cuenta los horarios que cada banco para realizar transferencias, ya que según la hora en la que se lleve a cabo la transacción el dinero quedará acreditado.

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