Pese a que en la actualidad, más de 310 marcas compiten por ser importadoras de gasolina, Pemex aun cuenta con el 82% del control del mercado. Además, la compañía continúa como la principal operadora de infraestructura para importar y distribuir el combustible.
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Las autoridades estiman al menos 2 años hasta que los privados echen a andar sus propios terminales, ductos y almacenes, con inversiones por unos 6.200 millones de dólares.
Los privados ya operan en 2,178 gasolineras y poderosos nuevos actores van sumándose. La estadounidense Exxon-Mobil anunció la semana pasada la apertura de ocho estaciones, con gasolina propia introducida por tierra, mientras que la francesa Total debutará próximamente.
Total planea abrir 250 gasolineras en los próximos dos años en el centro del país, donde se concentra un tercio de la demanda, buscando una participación del 15% en esta zona y porciones similares en otras regiones.
Por su parte, la británica BP ya abrió 87 de las 1.500 gasolineras que proyectó tener en México. "Esta cifra de 1.500 es muy material en cientos de millones de dólares", destacó su director de downstream, Álvaro Granada.
Asimismo, la CRE estimó que 11 proyectos de transporte por ductos y tren empezarán a operar en 2018, mientras que 21 de almacenamiento y distribución ya cuentan con permisos o están en proceso de obtenerlos.
Lo cual, de acuerdo con AFP será el factor crucial para asegurar precios competitivos e independizarse de Pemex.
