Jornada laboral “a la coreana”

La nación asiática busca que se respete la jornada laboral y evitar la explotación

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 .  (Foto: iStock)

El gobierno de la República de Corea o Corea del Sur ha anunciado la implementación de una serie de medidas drásticas con las que buscan detener la adicción al trabajo. La iniciativa obligará a los trabajadores a salir del puesto a la hora precisa, apagando por completo las computadoras.

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Los trabajadores al servicio del gobierno laboran en promedio 2,739 horas al año, lo cual representa mil horas respecto a países desarrollados. Los impulsores de la medida refieren que aproximadamente se trabajan 10 horas y 30 minutos diarios.

El nuevo programa será implementado el próximo 30 de marzo y a partir de ese instante, todas las computadoras se apagarán al llegar las 20 horas de cada viernes. En abril, las computadoras se apagaran a las 19:30 horas dos veces por mes (el segundo y cuarto viernes). La intención es que gradualmente sea erradicada la cultura de laborar en exceso y los trabajadores no sean adictos a esta.

A partir de mayo el programa será total y las computadoras se apagarán a las 19:00 horas cada viernes. Las altos mandos de Seúl afirman que todos los trabajadores formarán parte del proyecto, salvo algunas excepciones por circunstancias especiales de la labor que desempeñan algunos servidores públicos.

Las autoridades han comunicado que sorpresivamente el 67 % de los trabajadores han solicitado no formar parte del programa. Desde la ocupación japonesa de la península coreana previo a la Segunda Guerra Mundial se impusieron jornadas de trabajo esclavizantes, las cuales no han podido erradicarse del todo. El “apagón” pretende eliminar esa adicción, fomentar una mejor calidad de vida y aumentar la eficiencia y también suprimir la cultura de trabajo excesivo, que caracteriza a la nación asiática.

El gobierno asevera que las jornadas excesivas no alientan la productividad y menoscaban la salud de los trabajadores. Por ello, a principios de marzo el congreso coreano aprobó una nueva normatividad para reducir el número de horas máximas que se puede trabajar por semana, pasando de la semana laboral de 68 a 52 horas.