No hay cifras oficiales de las pérdidas por robo de mercancías a transportes en carretera, sin embargo en 2016 las aseguradoras pagaron casi 100 millones de dólares a afectados, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
En México más del 80% de la mercadería se transporta por carreteras y trenes.
El impacto para la industria podría ser mayor, ya que solo uno de cada tres de los traslados terrestres de mercancías están asegurados, amenazando la competitividad cuando el país busca diversificar sus mercados y posicionarse como una atractiva plaza comercial.
Los delincuentes no discriminan los productos, pero los más robados son combustibles, seguidos de alimentos y bebidas, materiales de construcción, químicos, artículos electrónicos, bebidas alcohólicas, autopartes, ropa y zapatos, de acuerdo a un informe de Sensitech, una firma estadounidense de seguridad.
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A pesar que las cifras oficiales de robos en carreteras se redujeron en 2014, para 2015 casi se duplicaron, al registrarse 985 atracos a camiones de carga en todas las vías del país. Y desde ese año, el delito ha ido en franco crecimiento para cerrar el año pasado en 2,944 robos, todo un récord.
La más reciente Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), realizada por el instituto de estadística, mostró que en 2015 la inseguridad tuvo un costo de unos 7,000 millones de dólares para las compañías mexicanas, un 0.73% del Producto Interno Bruto (PIB).
El estudio también reveló que sólo un uno de cada 10 delitos cometidos ese año fue denunciado por las empresas.
Auge de robos en carreteras eleva costos de hacer negocios en México
Temeroso, siempre mirando por el retrovisor, “el flaco” viaja por las peligrosas carreteras de México acosado por el recuerdo de haber sido secuestrado hace dos años por supuestos policías que le robaron su camión repleto de blue jeans.
Aquella vez, el camionero, que prefirió obviar su nombre por temor a represalias, fue llevado a golpes y con los ojos vendados a una casa en el centro del país donde lo amenazaron de muerte. Tres días después, en un descuido de sus captores, logró escabullirse y huyó.
“La carretera cada vez es más peligrosa, trata uno de no pararse”, dijo a Reuters el chofer de 50 años en la cabina de su tráiler, aparcado en una carretera del central estado Puebla, epicentro de la mayoría de robos al transporte terrestre de carga, que casi se triplicaron en los últimos dos años.
“Desde que me secuestraron me quedó la maña de siempre ver las placas de los carros, quién me pasó (...) me voy fijando en todo”, agregó el veterano camionero.