La separación de Reino Unido de la Unión Europea sigue generando consecuencias. Ahora el gobierno británico ha comenzado a trabajar en un sistema de posicionamiento y navegación propio.
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Se busca dar vida a un sistema que no dependa del sistema de posicionamiento global estadounidense (GPS) o su alternativa europea (Galileo). Pese al Brexit, el Reino Unido podrá seguir teniendo acceso a la señal abierta Galileo, pero el ejército británico no podrá emplear la versión cifrada (cuando el sistema sea operativo en 2020).
La inversión inició en 2003 y si al final se tiene que desarrollar un sistema de posicionamiento propio que también tendrá un costo considerable, hace pensar que los parlamentarios de la isla no estarán de acuerdo con la propuesta.
Igualmente, el gobierno planea anunciar en breve la nueva red de satélites. De llevarse a cabo, no solamente requerirá que se destinen millones de recursos sino que tomará varios años su implementación y entretanto deberán recurrir a la información pública de Galileo. Lo anterior demuestra lo difícil que está siendo la separación británica de Europa.