México no puede fallar en la construcción de la nueva terminal aérea capitalina porque pondría en riesgo su atractivo y su prestigio como plataforma de inversiones, advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El secretario general del organismo, José Ángel Gurría Treviño, afirmó que los ojos del mundo están puestos en la gestión, en la ejecución y en la exitosa conclusión de este mega proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La construcción de la nueva terminal aérea de la capital del país debe convertirse en un referente nacional e internacional, subrayó, al presentar aquí el “Tercer informe de avances sobre el desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México” de la OCDE, el cual fue entregado a las autoridades de los gobiernos saliente y entrante.
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El exsecretario de Hacienda de México precisó que no se va a pronunciar sobre la discusión que hay en estos momentos respecto a la localización del nuevo aeropuerto, porque el tema no forma parte del mandato de la OCDE y “no me quiero pasar de listo”, ante la consulta que se realizará en los próximos días sobre este asunto.
En su opinión, el proyecto tiene que confirmar que sí se pueden transparentar las contrataciones públicas de una obra de estas magnitudes, que sí se puede llevar a cabo una obra de esta dimensión mediante procesos competitivos, licitaciones abiertas y transparentes.
"Si se logra en una obra tan compleja como el aeropuerto de la Ciudad de México, se puede replicar en otras obras de menor complejidad y de menor escala", manifestó, acompañado por el director del Centro de la OCDE en México para América Latina, Roberto Martínez Yllescas.
Luego de hacer entrega del informe a la embajadora de México ante la OCDE, Mónica Aspe, destacó que por el costo del proyecto del NAIM por 13,000 millones de dólares, éste se ubica como la obra de infraestructura individual más grande emprendida en el país.