Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) deben explicar públicamente las razones por las cuales se asignan los sueldos más altos del país, que incluso superan el del presidente de la República, consideró Ricardo Alvarado, investigador del grupo Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
“No hay una explicación de esas personas que se asignan su propio salario, de por qué cobran lo que cobran, y deberíamos de tenerla, estoy totalmente de acuerdo en eso”, aseveró
Coincidió en que cuando los ministros se asignan sus sueldos tienen que ser más conscientes y voltear hacia otros países, para ver cuánto ganan quienes realizan las mismas funciones que ellos, asimismo buscar la forma de reducir más sus salarios.
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Aunque en la Constitución se establece que ningún servidor público puede recibir una remuneración mayor a la establecida para el presidente de la República, los ministros mantienen sueldos muy altos, casi al doble al que recibe el Ejecutivo federal, además de contar con otras prestaciones.
A detalle, el presidente Andrés Manuel López Obrador gana, por la función que realiza, un sueldo mensual neto de 108,305 pesos, mientras que un ministro del alto tribunal percibe 204,683 pesos netos, y esta cantidad al año suma 2.4 millones.
Además, de acuerdo con el Manual de Remuneraciones del Poder Judicial, a los ministros también se les otorgan 444,401 pesos por aguinaldo-prima vacacional y 415,946 por concepto de pago por riesgo, entre otras prestaciones.
Si bien a principios de 2019, el pleno de la Suprema Corte acordó, “como medida de racionalidad del gasto público”, que las remuneraciones de los 11 ministros se disminuyeran 25%, respecto de las percibidas en el ejercicio fiscal 2018, estos sueldos todavía están por arriba de lo que pudiera percibir cualquier funcionario público del país.
Explicó además que, de acuerdo con el espíritu de la teoría burocrática, la intención de dar salarios tan altos es que, al tener resueltas las necesidades financieras de ese funcionario, se garantiza que no quiera ir a trabajar a otro lado, hay certeza de que lleguen ciertos perfiles, con ciertas cualificaciones, y hacen su trabajo de manera “imparcial”.
“El hecho de que no necesites dinero hace, en teoría, que no aceptes una mordida para sacar una media jurisdiccional en un sentido o en el otro”, agregó Alvarado.
Ante ello, se le cuestionó si el espíritu de la de la teoría burocrática ha cumplido con su objetivo, y respondió: “tenemos la intención de que en algunos casos no; ¿la Suprema Corte se deja llevar por cuestiones externas a veces? pues sí”.