En México y el mundo, las empresas familiares desempeñan un papel sustancial en la economía, y lo tendrán también en la recuperación económica, destacó KPMG.
En el estudio global Mastering a comeback (Dominando un regreso) la firma reveló que si bien el 69% de estas organizaciones sufrieron una reducción de ingresos a causa de la pandemia, también adoptaron estrategias que les permitirán continuar con su desarrollo.
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Asimismo, destacó que as empresas familiares se enfocan, entre otros temas, en atender los que juzgan más relevante en materia ambiental, social y de gobierno (ASG), desde la óptica de tres marcos conceptuales estratégicos:
1.- Responsabilidad social: las compañías se concentran en atender los impactos de la pandemia en su capital humano, la comunidad en la que operan, así como en cuidar los intereses y necesidades de las partes interesadas (como accionistas, clientes o proveedores).
2.- Transformación del negocio: las empresas familiares responden a los impactos inmediatos de COVID-19 en el negocio. De forma proactiva, revisan y ajustan los modelos de negocio, asegurándose de alinear la estrategia con las medidas orientadas a gestionar los temas ASG, buscando en todo momento su cohesión, para reforzar el propósito de la entidad.
3.- Ejercitar la paciencia: hacer un alto permite analizar detalladamente los efectos de la pandemia en la compañía, así como en la industria, incluyendo las acciones tomadas por la competencia, para definir una estrategia que contemple potenciales ajustes al modelo de negocio o aprovechar oportunidades surgidas en la actual crisis, buscando en todo momento la permanencia del negocio a largo plazo, con una sucesión oportunamente planeada.
“Sin duda, hoy en día, las empresas familiares desempeñan un papel sustancial en la economía del país, y el liderazgo de sus diversas generaciones marca la pauta en la gestión resiliente de los numerosos retos que plantea la nueva realidad”, concluyó.