Camino hacia la autosuficiencia energética

Lo que queda de manifiesto es que el objetivo de ser autosuficientes en materia de energía demanda políticas públicas y planes de acción alineados

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 .  (Foto: iStock)
En México debemos buscar la autosuficiencia energética y, de ese modo, elevar el nivel de bienestar de la población; sin embargo, pocas veces se profundiza en cómo estos dos objetivos se conectan y lo que tendríamos que hacer para alcanzar dicha meta.

Rubén Cruz, socio líder de energía y recursos naturales de KPMG en México afirma que  el concepto de autosuficiencia se puede explicar con la negación de su opuesto, es decir, la no dependencia. 

Por lo que 

debemos partir de un diagnóstico realista de la situación en la que nos encontramos, a fin de establecer las metas intermedias que nos acerquen y, eventualmente, nos lleven a la meta final, siempre que no cambiemos de objetivo o visión a lo largo de la implementación de la estrategia definida.

Por otra parte, el plan maestro debe ser independiente de factores políticos. Si queremos realmente lograr la no dependencia energética en el país (la autosuficiencia), debemos conocer al menos:

  • ¿Cuál es nuestro consumo energético actual y cómo esperamos que sea en el futuro?
  • Dentro de la matriz energética nacional, ¿en qué somos dependientes y cuál es nuestro grado de dependencia?
  • ¿Cuáles son los riesgos asociados a estas dependencias?
  • ¿Qué planes de acción se deben establecer? El primero, para mitigar los riesgos identificados (acceso a importaciones y almacenamiento), incrementando con ello la seguridad energética del país, y el segundo, a mediano y largo plazo, cuya ejecución acerque a la nación, de manera continuada y sostenida, a la autosuficiencia energética, reconociendo que lograrla atravesaría varios periodos de administración federal.

De acuerdo con los últimos datos disponibles del Sistema de Información Energética (SENER), el consumo nacional de energía (CNE) en 2019 fue de 8,796 petajoules (PJ), cifra 4.5% inferior al promedio observado en el periodo 2016 – 2018 en el que el CNE fue de 9,209 PJ. Es de esperarse que las acciones implementadas para el control de la pandemia por COVID-19 hayan tenido un efecto negativo adicional en el CNE en 2020, situándolo por debajo del consumo de 2019. 

Lo que queda de manifiesto es que el objetivo de ser autosuficientes en materia de energía demanda políticas públicas y planes de acción alineados con este objetivo, así como la participación conjunta y coordinada del sector público y de la iniciativa privada para anclar y detonar las inversiones que conlleva el objetivo número uno del Programa Sectorial de Energía 2020 – 2024. “Alcanzar y mantener la autosuficiencia energética sostenible para satisfacer la demanda energética de la población con producción nacional” .