Licenciamiento de marcas en olímpicos generó ganancias de 128 mdd
El patrocinio local fue la principal fuente de ingresos
Corporativo
Los Juegos Olímpicos (JO) son una buena muestra del nivel de sofisticación que los derechos de propiedad intelectual (PI) han alcanzado en el mundo, ya que tan solo el licenciamiento de la PI de esta edición generó alrededor 128 millones de dólares, siendo el patrocinio local la principal fuente de ingresos.
La realización de los juegos en medio de la pandemia sin duda alguna fue un reto que impactó en ganancias debido a las limitantes para venta de mercancía en tiendas físicas; sin embargo, la adaptación del público y nuevos hábitos de consumo digitales adoptados ofreció un panorama alentador.
Así como los jugadores seleccionados de cada país que participa en los JO, las marcas también son una parte fundamental imperativa de este evento deportivo. Según David Heimsatz, Consultor de Servicios Jurídicos de ClarkeModet México, el papel de la propiedad intelectual es fundamental porque protege la simbología única con la que se identifican los juegos olímpicos a nivel mundial a fin de evitar un uso fraudulento de la misma.
Heimsatz explicó que el licenciamiento de una marca consiste en la autorización del uso y explotación de esta por un tiempo y lugar determinado, estableciendo montos por el pago de regalías. Esto es fundamental, pues sin licencia, no se puede vender mercancía de los juegos olímpicos; además, existe un programa olímpico de concesión de licencias dirigido por los comités organizadores a nivel nacional e internacional, con ello se determina el alcance y la comercialización de la mercancía, los tipos de productos, qué signos o símbolos se utilizan y en qué ámbito territorial se podrá comercializar dicha mercancía.
Mediante la adquisición de derechos de PI y su aplicación estratégica, las organizaciones del deporte pueden aumentar su potencial para generar ingresos y conceder licencias a cambio de una retribución.
“Los juegos son una celebración de la innovación, creatividad, excelencia humana y deportiva, en donde convergen muchos factores y la PI es un gran aliado para que podamos disfrutar un entretenimiento de tan alto calibre con una debida protección para los involucrados. El licenciamiento de marcas, al menos para el tema de los juegos olímpicos, es un trabajo que se va realizando incluso antes de que se designa al país”, comentó el experto.
Los licenciatarios, quienes tienen la licencia del uso y explotación de la mercancía oficial de los JO, son custodios creativos para potenciar la imagen olímpica. Al tener la autorización de explotación exclusiva de los derechos por la venta de productos de este evento internacional y al definir medidas y estrategias de difusión, les representa un gran impacto por la atención que genera en todo el mundo.
Para lograr el licenciamiento de marca, el consultor de servicios jurídicos de ClarkeModet México, precisó que es necesario analizar la protección de una marca para poder establecer una base de protección, con una tecnología que considere la medición de las regalías por licencias e ingresos en el mercado a corto, mediano y largo plazos.
Con la expansión de las redes sociales -y las marcas a través de ellas-, la propiedad intelectual tomó un papel fundamental en esta celebración por un punto de inflexión que fue puesto a prueba: la Regla 40 de la Carta Olímpica.
Dicha regla evita que los deportistas participantes utilicen su nombre, imagen o actuaciones en dicha competición con fines publicitarios, incluida la prohibición a cualquier empresa que no hubiese pagado por un patrocinio haga referencia a los Juegos felicitando a los atletas durante el tiempo de celebración de estos.
Ante la explosión de las redes sociales en los últimos tiempos, con toda clase de influencers, inhibir los usos no autorizados se convierte en una guerra que requiere grandes ejércitos de protección. En el pasado, perseguir fabricantes de mercancías falsificadas era complejo, pero se lograba frenar a la piratería en los canales legales de venta.
Por tal motivo, esta edición de los JO puede ser punto de partida para marcar nuevas acciones contra el uso ilegal en el espacio digital y licenciamiento de marcas.