Desde que se incorporó el código QR (Quick Response Code) en las facturas, el SAT y los contribuyentes pueden verificar la información contenida en estos comprobantes. Este beneficio no solo es exclusivo para aspectos tributarios, sino también para actos de comercio.
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Hay que recordar que conforme al artículo 210-A del Código Federal de Procedimientos Civiles, la fuerza probatoria de los documentos electrónicos depende principalmente de tres elementos:
- la fiabilidad del método en que hayan sido generados, comunicados, recibidos o archivados
- si es posible atribuir a las personas el contenido de la información, y
- si es accesible para su ulterior consulta
Así, para poder comprobar que los CFDI reúnen los anteriores elementos; y, por ende, que tienen eficacia probatoria, no son suficientes los componentes que están a la literalidad del documento, sino que es necesario recurrir a una herramienta tecnológica que aporte datos que no pueden leerse a simple vista.
Tal es el caso del código QR, que de acuerdo con la tesis de rubro: FACTURAS. EL CÓDIGO QR (DEL INGLÉS QUICK RESPONSE CODE O CÓDIGO DE RESPUESTA RÁPIDA) QUE EN ELLAS SE CONTIENE, CONSISTE EN UN ELEMENTO PARA LA VERIFICACIÓN DE LOS COMPROBANTES FISCALES DIGITALES POR INTERNET (CFDI) QUE ARROJA INFORMACIÓN FIDEDIGNA DE LOS QUE PARTICIPARON EN EL ACTO DE COMERCIO, con registro digital: digital: 2024496, es un elemento que sirve para verificar las facturas digitales.
Esto es así porque al escanear el QR, remite al sitio de Internet “verificación de comprobantes fiscales digitales”, mismo que arroja ciertos datos que demuestran que el CDFI no es apócrifo; por ejemplo, RFC del emisor y receptor, su nombre o denominación social, la fecha de expedición y la cantidad consignado.
En consecuencia, con el código QR es imposible dudar de la legitimidad de las facturas, lo cual proporciona mayor certeza a las operaciones mercantiles.
