Durante 2023 se visibilizó más la presencia de la inteligencia artificial generando incertidumbre y muchas interrogantes sobre su posible aplicación, además de sus múltiples repercusiones.
En los últimos meses se identificó un crecimiento en la comisión de ciberdelitos, muchos de ellos cometidos mediante el uso de la inteligencia artificial (IA). Especialmente aquellos que atentaban contra la privacidad y la identidad de las personas.
Deep fakes
El fenómeno de los deep fakes se ha tornado común, pues se trata de un uso inadecuado de la IA, porque mediante ellos se pueden alterar imágenes y video e incluso audio. Con ello se hace que cualquier persona pueda decir o hacer cualquier cosa.
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En un inicio resultó curioso, como si se tratara de un truco de magia, como algunos ingenieros modificaban videos sobre celebridades o personajes históricos. Sin embargo, tristemente esta tecnología ya es de acceso público (muchas aplicaciones que hacen acciones de este tipo están disponibles gratuitamente) y cualquier persona puede hacer un mal uso de ella.
Casos reales
Recientemente en las escuelas de varios niveles y sin distinguir sector público o privado se ha presentado el fenómeno que entre estudiantes, se ha utilizado esta tecnología para socavar o perjudicar a personas, tanto compañeros estudiantes como profesorado y personal administrativo.
La mayor parte de los casos se ha tratado además de alteraciones de video y audio con una connotación sexual. Ello se traduce en una afectación severa, especialmente si se gesta en la adolescencia, donde las consecuencias en el desarrollo psíquico y emocional pueden ser mayores.
¿Solución?
Las posibles maneras de afrontar estos problemas son varias, una es desde la prevención donde es indispensable difundir el conocimiento sobre la existencia y los nuevos avances de la tecnología para alertar a todas las personas de las potenciales repercusiones que puede tener su uso, positivo o negativo.
Se debe concientizar y capacitar a las personas sobre los efectos nocivos que puede llevar una utilización inadecuada de la tecnología. Desde el ámbito legislativo a nivel federal y en algunas entidades la legislación penal ya contempla cierta regulación para sancionar este tipo de conductas que atentan contra el desarrollo de las personas.
En entornos educativos o académicos, que en muchas ocasiones son manejados como “mundos paralelos”, es necesario reforzar el marco institucional y enfatizar la necesidad de difundir entre todos los integrantes de la comunidad estas posibles amenazas.
El fenómeno de la IA y en general los adelantos tecnológicos difícilmente se detendrán por lo que es necesario estar actualizados sobre las implicaciones de estos temas. En IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral se editó una edición especial sobre las implicaciones de la inteligencia artificial.
La tecnología puede emplearse también para prevenir e identificar cuando se verifiquen este tipo de hechos que ya muchos de ellos son catalogados como delitos. Por ello es importante no ser reticentes y adentrarse en el uso adecuado de la tecnología. En estos casos para erradicar las nuevas amenazas de la ciberdelincuencia.